Salí de Ushuaia el jueves 18 a la mañana, tras una cena de despedida entre todos, y en medio de una nevada que había reducido el tráfico al mínimo; y ese mínimo... no me llevaba. Finalmente, me levantó un tipo que no paraba de decir que su super camioneta tenía dirección inteligente en el eje trasero para justificar así su elevada velocidad sobre la helada carretera. ¿Realmente algo material puede ser inteligente? Tal y como me contaba, todo el mundo está esperando que nieve todavía más para que se puedan cambiar a los neumáticos a clavos. Y así empecé mi viaje, pasando por algunos lugares como la laguna esmeralda, en cuyos alrededores me quedé con ganas de pasear en moto de nieve o en trineos tirados por huskys. Luego, el Lago Fagnano, del cual no han encontrado el fondo. ¿Será ese el fin del mundo? ¿Y si ese es el fin del mundo... donde está el comienzo? En fin, antaño Fisterra era el fin de la tierra, ... ahora el fin del mundo está a 13.000 kms de Fisterra.
Tras pasar Río Grande, y entender por qué le llaman la Capital del viento, volví a cruzar en balsa el estrecho de Magallanes, pero dándome cuenta de un cartel que antes no me había fijado, resto de alguna guerra sin sentido (como todas).
Llegué a Río Gallegos, ya en "tierra firme", y entre el cansancio, frío y viento, viajé en colectivo. Llegando a Calafate, capital de los Glaciares, en dond un café te puede salir por 7 pesos y una hora de internet por 5. En el pueblo no hay mucho, pero a una hora de ahí, se encuentran una de las maravillas naturales del mundo, los glaciares. En este caro, el afamado Perito Moreno, que no es el más grande, pero sí el más espectacular (eso dicen).
Ahí, uno se vuelve a sentir enano, indefenso ante el poder de la naturaleza. Ese rugido del hielo que intenta avanzar, ese ruido ensordecedor cuando cae algún cascote de hielo al agua. Parecen trocitos pequeños... pero el ruido no lo corrobora. Ahí estuvimos todo el día, mirándolo, observándolo, ... sin hacer nada, más que disfrutar de algo único.
Como en Calafate no había mucho más que hacer, el lunes nos fuimos hacia Chaltén, un pequeño lugar a 200 kms al norte, llamada la Capital del Trecking. Para llegar ahí, entre varias personas que nos llevaron, una fue un capataz de una obra, que por el camino, paró a cazar. Primer tiro a un Guanaco... uyy!!! se fué!! pero el segundo, a un ñandú.. acertó!! ya tenían asado para la noche!! Y ahí seguimos viajando, una amiga y yo en el cajón de la camioneta, junto a un ñandú muerto y todavía caliente, y pasando un frío de mil pares, y es que el frío en la patagonia... no es joda!!!
Kaixo Jotas, desagertuta zaudela ematen denean...berriro agertzen da pasadizo berri bat.Otza eh!Guk hemen, Alemanian ere otza daukagu, ez dakit noiz hasiko den benetako udaberria.Tira, betikoa, ondo pasa eta zaindu zeure burua.Zure zain gaude.Eskerrik asko.AUPA!!
ResponderEliminarJotas, Crackkkkk!
ResponderEliminarVaya fotos más guapas!!! No sé si en los meses que vuelvas a Pamplona vas a tener tiempo de contarnos TODO lo que estás haciendo por allí, eh perro?
Me alegro de que te la estés gozando.
Un abrazo,
Mikel.
Eres un tio...pero con frio segun tu cara en las fotos. Aqui estamos de cine. Como no te cortes las barbas no te vamos a conocer cuando vuelvas. Tomaremos un trago en el Sevilla?????Eskerri kasco, Jotas
ResponderEliminarHola Jóse:
ResponderEliminarAunque es la primera vez que te escribo, sigo todos tus pasos y nos cuentas todo que dá gusto leerlo y las fotos...
Me alegra mucho de que estés contento y disfrutando, pero si he de ser sincera también me alegró mucho el saber que ya tienes fecha de regreso. Me consta que alguno está contando los días que quedan para verte (sin barba). Espero que aunque sólo sea un poquico nos heches de menos.
Acuérdate que te queremos mucho.
Un besico de tu tía Maite y resto familia. Se me olvidaba, a Leyre no le gusta la barba.