-------------------- El Viajero ----------------

Nacido en Pamplona, capital del viejo Reyno de Navarra. Con 25 años, para algunos muy tarde para algunos muy pronto... decidí varias cosas: Me encontraba inmerso en un estilo de vida que no me satisfacía plenamente, ya que daba igual que tuviera 25 años o que tuviera 50, iba a seguir haciendo lo mismo, y con lo mismo para contar cada día. Así, que empaque la mochila ... y partí un día 6 de octubre de 2005 hacia Buenos Aires, donde empecé algo... que no se cuando acabará. Mi objetivo principal es VIVIR, y a la vez, sentirme vivo. Viajar... una forma de vida. No consiste en llegar a un lugar, sino disfrutar de cada segundo del camino, cada lugar, cada persona, cada grano de tierra, cada atardecer como si fuera el último y el más lindo... Y en eso consiste mi viaje, no llegar a ninguna parte... vivir viajando; al fin y al cabo, VIVIR. Y desde aquel momento, me considero la persona más feliz del mundo, con una riqueza inmaterial que nadie me puede quitar y nadie puede comprar, que no depende de nadie. Como una vez leí, las cosas verdaderamente buenas de la vida, no son cosas ni tienen valor. Aprendo, vivo y disfruto; entonces ¿por qué parar de viajar?
jotikass@gmail.com

lunes, diciembre 04, 2006

Rodeo al lago Llanquihue

(Llegué a Pto. Montt desde Ancud, para seguir a Pto. Varas. De ahì, Ensenada, Ralún, Rollizo, de ahí en lancha a Cochamó, para volver por carretera a Petrohué. Luego a pie, rodear el volcán Osorno, y llegar a Pto. Clocker. Pto. Octay, Frutillar y a Osorno. Pulsa para ver el mapa de la región)

Llegué a Pto. Montt directo desde Ancud, en una camioneta de un funcionario, que había estado no hace mucho por Pamplona. Y encima hospedado en el parque Yamaguchi, cerca de mi casa, lo cual nos sirvió para empezar a hablar animadamente. Y así llegué a la última ciudad grande, ya que a partir de ahí, el uso de barcos o largos rodeos por Argentina se hace indispensable para seguir viajando. En Puerto Montt no hay mucho para ver, a excepción de una zona conocida como Angelmó, de la cual ya me habían hablado anteriormente. Así que tras dar la típica vuelta de rigor por la plaza de armas, catedral, y demás, me dirigí a esta zona, llena de puestos de artesanías y cocinerías.

Como es típico en estas zonas, las cocinerías son un mundo, y en este lugar... todavía más. Creo que habías más de 100, una pegada a otras, con pequeños lugares en los que los comensales comían codo con codo con desconocidos (en mi caso una pareja de catalanes, que se volvieron conocidos). Es todo un mundo, en el que las ofertas de comida te salen al paso, mientras tu no ves más que pescado por todo los lados... Quizás, ahora en frío, justifique el que no saqué ninguna foto con ese pseudo-estado de shock producido ante tanta avalancha de opciones para comer y tantas cosas ricas... Acabé comiendo loco!!! (o sea, un marisco llamado loco).

Y de ahí, a uno de los lugares más turísticos y con más fama de la zona, Pto. Varas. Ahí me dió la sensación de que todo cambiaba. La arquitectura era más europea, debido a la grandísima inmigración proveniente de Alemania. Además todos los nombres de las cosas eran alemanes, y los postres también. Incluso el físico de la gente era muy diferente al visto hasta entonces. Acá parecían "menos chilenos". El pueblo, tiene una linda iglesia, y sobre todo destaca por estar a orillas del lago Llanquihue (el cual rodearía en los siguientes días). Y desde él, se observa imponente al volcán Osorno, con sus 2652, que también rodeé.

Para salir de Pto. Varas, ya acompañado por una amiga, el plan de viaje era ambicioso, ya que queríamos ir de pueblo en pueblo hasta Cochamó, para luego volver a Petrohué, donde dormiríamos previamente a la caminara para rodear el volcán. Y poquito a poquito fuimos viajando... hasta que un tipo que nos llevaba a Ralún, nos ofreció llevarnos a Cochamó... en lancha!! No nos pudimos negar!!! y es que en este año teníamos previsto "hacer dedo" a algunos barcos para conseguir unos objetivos, y acá nos lo ofrecían ya directamente. Nos serviría de calentamiento...

En Cochamó, tranquilo pueblo a orillas de un estuario lleno de salmoneras, lo más llamativo es su iglesia, de clara arquitectura chilota. Poco más ofrece el pueblo, aparte de una tranquilidad descomunal. Quizás por esto nos costó salir... pero lo conseguimos, en el coche de unos yankees con los que tuve que volver a practicar mi maravilloso inglés... jeje.

Antes de Petrohué, a 6 kms, nos bajamos en los Saltos de Petrohué. Para ya tarde, seguir caminando hasta el pueblo (aunque no tiene mucho de pueblo: un minimercado, y lo de mini todavía es exagerar a lo grande; y no tenía ni Iglesia, y eso ya es mucho!!!!). Acampamos a orillas del lago, y tuvimos que estar dos noches, porque nos tocó un día entero lloviendo... pero bueno, son cosas que suceden por estos lares, si no sería imposible que estuviera tan verde todo. Al día siguiente, comenzamos a caminar, subiendo por la ladera norte del volcán, por un terreno totalmente de cenizas. El día nos respetaba, ya que hacía buen tiempo, pero las nubes nos protegían del sol. Seguimos caminando cuesta arriba, en un paisaje muy bonito, pudiendo observar a nuestras espaldas el lago, y a nuestro lado el volcán, más alto de lo que parecía. Nos costó unas 6 horas llegar a donde están construyendo el refugio, y donde viven un par de personas que por suerte nos pudieron dar agua, ya que estábamos bastante resecos. Y de paso que llenábamos la botella de agua, compramos un kilito de miel de Ulmo, algo típico del lugar. Y sí, el azúcar dicen que ayuda, no?? y nosotros necesitábamos cualquier ayuda!!!!! Nos dijo que 10 kms más había un pueblo... así que hacia allá fuimos caminando.

Llegamos muy cansados, y no encontramos ningún lugar que vendieran pan (ese era nuestro anhelo en ese momento). Aparte, queríamos acampar a orillas del río y hacer una fogata. Habíamos visto muy buenos lugares bajando, pero por comprar pan fuimos hasta el pueblo. Ahora, sin pan en el pueblo, nos daba mucha pereza volver cuesta arriba solo para dormir. Y ahí, surgió la gran humanidad de estos pequeños pueblos, cuando una pareja de ancianos, nos invitó a montar la carpa en el jardín de su casa, a orillas del río. Y la fogata??? no hizo falta, ya que nos invitaron a cocinar y a calentarnos adentro. Por no hablar de que mientras montábamos la carpa, nos recibieron con un termo de café y un par de panecillos con queso... Fantástico, cierto?? Al día siguiente, tuvimos que caminar otros 8 kms hasta la ruta asfaltada, ya que de ese pueblo, no salía ningún coche, y menos en domingo.

Por la ruta asfaltada, todo fue bonito. Ya que tuvimos la suerte de viajar en el cajón de varios camionetas, disfrutando del sol, de la belleza del paisaje y de las vistas del volcán Osorno, del cual nos estábamos alejando.

Pasamos por Pto. Octay, y luego Frutillar, que personalmente me encantó!! Aunque quizás sea demasiado tranquilo, pero su playa, sus casas, su bahía, su vista del volcán, ... muy bonito!!! Y ya de ahí, nos dirigimos a Osorno, a donde nos llevó en su camioneta una mujer con sus 2 hijas (ese mismo día, nos había llevado también una mujer; para que luego digan que las mujeres no llevan a mochileros!!!). Y en Osorno, tenía un contacto de Hospitality, pero al no haberle podido avisar con más antelación no nos pudo alojar. ¿Qué hacer? Estábamos hablando sentados en la plaza con las mochilas al lado, y un par de jovenes se nos acercaron. Al principio, obviamente, dudamos de ellos. Habían tomado un poco bastante, y eran de la U, un equipo de fútbol que justo había sido eliminado en el día. Eran graciosos, y decían que estaban aburridos de hablar el uno con el otro... así que querían hablar con nosotros; uno era partidario de Pinochet, el otro totalmente en contra... fue gracioso, y nos invitaron a tomar una cerveza para charlar. Y de ahí, conseguimos un alojamiento económico, ya que sabían de un hospedaje "clandestino", que no era gran cosa, pero que cobraban la mitad que cualquier otro; y como nuestro objetivo no era más que pasar la noche... ahí fuimos. La verdad, el lugar... muy muy curioso!!!!! Digno de ser visitado!!! Y acá estamos, planificando próximo itinerario, por Puyehue, Valdivia... y esperando el verano!

3 comentarios:

  1. Hola!! Qué alegría saber de alguien a quien le gusta viajar de la misma forma por el sur de Chile, mi país. Muy bueno tu blog, una acertada manera de recordar esos detalles tan gratificantes que con el tiempo se van borrando de la memoria...Este año estuve en Cochamó, de acuerdo en que es tranquilo, pero con unos días mas te hubieras dado cuenta de las maravillas que existen en su entorno... Sigue escribiendo y viajando, por cierto...

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  2. Anónimo4:56 p. m.

    me sorprendi mucho con las fotos
    yo viajé casi a los mismos lugares en diciembre del 2008 me hisiste recordar muchos lugares y malos recuerdos como cuando casi me ahogué en licanray y tambien en niebla pero a pesar de todo lo mas lindo de mi viaje fueron los recuerdos de paisajes tan hermosos como los de la region de los lagos. Te felicito son muy lindas las fotos yo espero algun dia volver a esos lugares te recomiendo lo mismo.

    JACQUELINE C.

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  3. Anónimo12:00 a. m.

    HOMIE(CARNAL) ME SALVASTE LA VIDA GRASIAS A TI PUDE COMP[LETAR UN PROYECTO DE MI CLASE...

    GRASIAS

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