Empezando el año a full... y sin ropa

Me pongo a repasar lo que he hecho en lo que llevamos de año 2007, y veo que han sido unos días muy intensos, que parece mentira que todavía sea día 11. Y no se por donde empezar a resumir todo lo vivido...

Tras pasar fin de año en Valparaíso, me separé de mi compañera de viaje, y decidí volver sobre lo caminado para cumplir unas tareas pendientes. Así que con alguna que otra dificultad para hacer dedo, fui avanzando en muchos autos pero poquito a poco, hasta que la noche me atrapó en un cruce. Obviamente no iba a hacer dedo de noche, así que decidí golpear en la puerta de la casa que había enfrente para ver si podía montar la carpa en su terreno. Solo estaban los hijos... y tras conversar un poco, accedieron. Monté la carpa (como pude porque el suelo parecía cemento), y me dormí, ya que estaba cansadísmo. Pero a la hora, oí que llegaba el auto de los padres... y breve tiempo después se acercaron a la carpa. Yo pensaba que iban a echarme de ahí, cuando al salir veo a la madre con los dos hijos, que me traían un plato de asado con papas, verduras y una coca-cola. La mujer me explicaba que donde yo dormía, al lado, el día anterior habían celebrado el año nuevo con un asado, así que por qué no seguir comiendo asado el día 2??? Maravilloso.

Al día siguiente me levanté temprano, y comencé un duro día de viaje. Hasta que llegué a la panamericana, la carretera principal de Chile, y ahí encontré un auto con el que avancé muchos kilómetros. Pero la noche fue llegando... y acabé durmiendo en la terminal de Temuco. Era lo más seguro que había en ese momento.

Al amanecer, seguí viaje hacia Villarrica, donde ya tenía pensado lo que tenía que hacer, puesto que estuve antes en diciembre. Así que tan pronto como llegué me fui a hacer Hidrospeed. Maravilloso... un día de sol, y yo nadando en el agua... Fascinante. Acabé a las 14 horas... y no se me ocurrió nada mejor qeu apuntarme para hacer rafting en un río nivel 4 (el 5 es el máximo) a las 15 horas. Y eso hice... un día completito completito. Al día siguiente me apunté para subir al volcán.

SIn embargo, la mala suerte volció a aliarse con mis planes de subir al volcán. Si en diciembre fue el mal tiempo... este día fue una huelga de los guías de montaña, sin los cuales está prohibido subir. Así que nada, un día perdido que dediqué a descansar y a lavar ropa.

Pero al día siguiente, ya sí conseguí subir... Un lindo día, y con el volcán humeando desde que llegué. Todo perfecto. Para empezar, había un tramito que se podía subir en telesilla o caminando. Fui el único que subí caminando... no era para tanto (el precio si era para mucho!!!!). Y de ahí, 4 horas caminando cuesta arriba por la nieve. Hasta llegar arriba y disfrutar del crater... y las expulsiones que hacía de lava. Lo malo, cuando el aire cambiaba de dirección y traía toda la nube tóxica... agggg!!!

Y si nos costó 4 horas subir... bajar lo hicimos en 30 minutos. Como??? Pues en tobogan. COn una ropa impermeable que nos pusimos, nos deslizamos con el culo por la nieve, como el deporte este... bosleigh!!!! BUENIIIIIIIIIIISIMO!!! y sin cansarnos, llegamos de vuelta. Metas cubiertas, y al día siguiente seguiría camino.

Salí temprano, ya que tenía hartos kilómetros por recorrer. Ni a los 5 minutos, me paró un auto que me llevó a la panamericana (nuevamente, sí), y de ahí en el peaje me puse a hacer dedo hasta que a los 7 minutos paró un camión con un gran conductor, Jaime. Jaime, es un chico de 33 años, que dejó la universidad para hacer lo que quería, manejar camiones. Es una persona culta y con la cual se podía conversar de todo. La verdad fue un viaje muy entretenido (además el camión llevaba aire acondicionado... jeje). Y me dejó en Talca, donde tenía un contacto al que estaba venga llamar por tfno.

Pero... no atendía el teléfono, y eso que insistí. Y fue anocheciendo... hasta que finalmente, nuevamente tuve que dormir en la terminal. Ésta, un poco más movidita que la de Temuco. A la mañana, a las 7.15.... tomé el bus que me llevaría hacia Los Altos de Lircay, una reserva natural que quería conocer; y al descender del bus me dí cuenta de algo. La bolsa de tela en la que llevaba toda mi ropa (recién lavada), no estaba... donde estaría?? Se me habría caído caminando, en la terminal, me la habrían quitado, alguien se la habría llevado del bus por equivocación?? Así que ahí estaba... con un bañador, una camiseta y la sudadera. Lo puesto nada más... y monte arriba.

Y en la reserva, con menos peso, comprobé lo de siempre; que parece que los guardaparques se dedican unicamente a cobrar. Esa es su misión, ya que la información que me dio... fue bastante mala. Caminé...y subí a un lugar llamado EL Enladrillado, que es una explanada de 2hectareas, situada a 2200 metros de altura, y en la que las vistas son buenísimas, pero lo curioso es el suelo, que son como losetas!!!! Todo horizontal, y como si alguien hubiera puesto esas baldosas ahí!!! Buenísimo!!!! Dicen que es un aeropuerto para ovnis... jajaja

Al día siguiente, fui caminando a través de la cordillera hacia otra reserva, Radal 7 Tazas, siguiendo las nulas indicaciones del guardaparques, lo que provocó que tardara 12 horas caminando. Y tras arañazos, perderme, escalar paredes, pasar por circos de glaciar sin salida también escalados, caerme al agua del río, meter los pies en arenas volcánicas hasta la rodilla, y volver a caerme al río, llegué a un refugio, donde dormí. Vi muchísimas estrellas... y unos raros destellos que venían desde detras de unas montañas. Esos destellos... podrían ser de rayos, o de una fiesta electrónica sin sonido, o de un ovni... pero dicen que son los volcanes. No se que me da que me engañaron y son ovnis buscando el aeropuerto ese...

Y así llegué nuevamente a la ruta, y a Curicó, donde Silvano me recibió amablemente en su casa. Conocí el lugar, y para cenar nos fuimos al local en el que su madre vende completos (hot-dogs) que hacía a un ritmo vertiginoso. En 2 horas y algo, vendió más de 150.... increible!!!! Y tras eso, Silvano y yo a compartir una botella de pisco mientras escuchabamos buena música en su casa!!!!

Así ya, el día 11 de enero, lo pasé viajando para llegar a Uspallata, en la región de Mendoza, en Argentina, donde nuevamente las rutas habían decidido que un grupo de mochileros nos juntáramos a compartir unos mates. Y acá estoy!!! Disfrutando de mates... y comprandome ropa!!! Y con la impresión de que 24 horas al día no son suficientes!!!!