Ya me había cansado de Santago y su ritmo de vida; un ritmo de vida en el que siempre hay atrasos, ruídos, peligros, gente, ... y eso que yo voy de "paseo". Tanta casa a mi alrededor, como se ve en las fotos, no me satisfacía, así que tras el asado con mis dos grandes amigos, Jimmy y Ricardo, salí hacia el sur en tren.
Llegué a Rancagua, ciudad famosa por un siio al que sometieron los españoles al as fuerzas del "libertador" O'Higgins, el cual acabó por abandonar la ciudad a la merced de los españoles para que éstos hicieran lo que quisieran. Cosas de la historia, años después le pusieron una placa de agradecimiento por "lo que había echo por la ciudad".¿?.
Mi intención era ir a visitar Sewell y la mina El Teniente. Esta mina, dicen que es la mina subterránea más grande del mundo, con más de 1.500 kms de galerías. Y Sewell, va para Patrimonio de la Humanidad; pero cuestiones burocráticas hacen que solo se pueda visitar en viaje organizado, a un precio desproporcionado.
Seguí camino hacia la costa, a un lugar que la madre de Ricardo me había recomendado, Bucalemu. Pero para ir, bajo el fuerte sol, hice unos 8 transbordos, y es que viajé de pueblo en pueblo. No digo que sea malo, todo lo contrario, ya que pasé por bellos lugares.
Y llegué a Bucalemu, donde conocidos de Ricardo y familia, me dejarían acampar en sus terrenos. Eran gente de pueblo, pescadores, curtidos por el trabajo, y con una forma de hablar tan cerrada que me dificultaba comprenderles. Pero no quitó para que las dos noches que estuve en el pueblo se esforzaran para darme todo tpo de comodidades: once y pisco nocturno incluídos. Además, pude ver un cometa que pasaba esos días por el cielo... Os diría el nombre pero vivo realmente incomunicado; de echo hace un par de días me enteré que habían matado a Saddam Hussein...
Tras disfrutar de este tranquilísimo pueblo costero, seguí ruta hacia el norte, siemjpre por la costa. Y en 23 kms en coche, llegué a Cahuil, donde comenzó mi viaje costero "a pie", porque así lo quería... sentirme libre hasta el extremo de caminar descalzo por la costa, con la mochila y acampar en donde quisiera.
Caminé unos 5 kms por la costa, y atrapado por el paisaje acampé ahí mismo, junto a unas rocas que me protegieran unp oco del viento. Justo en esa zona encontré mi nueva compañera de viaje, una estrella de mar. Hice una fogata, cena,... y a disfrutar del cielo, que estaba hermoso.
Seguí al día siguiente, y llegué enseguida a mi objetivo, Punta de Lobos. Ésta es una de las mecas para los surferos, así que yo, apostado en unas piedras, me quedé disfrutando todo el día de las piruetas que hacían. Al atardecer, seguí un poco más.... y acampé nuevamente en la inmensa playa, entre unas dunas.
Y así, el lunes, llegué a Pichilemu, donde un amigo me consiguió una rebaja en el camping y en el alquiler de equipo de surf. y qué decir de mi experiencia surfera... Como licenciado en Actividad Física, me encantan los deportes y pruebo todos, con mejor o peor resultado, pero en este caso... unas tremendas agujetas. Todavía me duele todo!!! Pero bueno, la sensación de estar de pie sobre una ola... eso es único!!!!
Pichilemu, fue un importante balneario, ya que se creó una linea de tren que uniera Santiago y esta localidad, para que la gente pudiera veranear en ella, razón por la que aun quedan restos de glamourosas casas. Ahora es un importante balneario, mantenido sobre todo gracias a la onda surfera y todo lo que rodea, como la fiesta nocturna. Como se ve en la foto, las normas anti-tabaco en Chile también son importantes.... Y si no que se lo pregunten a Don Miguel!!!
El miércoles decidí seguir viaje, con mi cuerpo todavía dolorido. El destino era Viña del Mar. Costó salir de Pichilemu, pero luego los viajes fueron rápidos, en coches con aire acondicionado que me salvaban del agobiante sol, e incluso con paradas a tomar "mote con huesillos".
Llegué así a Melipilla y su peaje, donde conseguí el dedo más rápido de mi vida. Todavía caminando para ponerme en un buen sitio, el primer coche que pasó, me paró; y eso que me dijo (como dcen la mayoría), que nunca lleva a nadie. Y no solo eso, sino que acabé quedándome en su casa a dormir, en el pueblo de Cartagena, junto su mujer colombiana y el hijo pequeño de ambos.
Al día siguiente, ya sí, llegué a viña, donde me esperaba Luciano con la mejor de sus sonrisas y su abrumadora energía que no se de donde la saca!! Además le dieron una buena nota en un examen, así que la primera noche en Viña, "tuvimos" que salir a celebrarlo!!! Todavía no se como se levantó a las 7 para ir al trabajo...
me gusta tu nueva compañera, estrella. Esa seguro no te da quebraderos de cabeza. Cuidala y la traes... un besazooooooooo
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