Dejé San Salvador, esa ciudad llena de centros comerciales, locales de comida rápida, ... y autobuses tuneados. Sí, tuneados. Nunca había visto microbuses al estilo tunning: con alerones, aletas de tiburón, luces de colores bajo el chasis, ... muy muy guapos. Y por no hablar de la afición al fútbol español, con matrículas que indican si prefieren al Real o al Barça, con pegatinas por todos los lados, con los resultados de uno o de otro en las portadas de los principales periódicos nacionales (y mira que no hay noticias más importantes en el país o en el mundo, eh?); o como me pasó en el Centro Comercial, que fúi y veo unas 40 personas amontonadas frente a una tienda. la razón, había un televisor y jugaba el barça contra el Sevilla (creo). En fín, fútbol ser fútbol.
Me escapé de la gran city, y fuí a Suchitoto, lindo pueblo colonial pero que no da para mucho, para de ahí seguir mi camino hacia el oriente del País, siguiendo con mi plan de cruzar el país en unos 10 días. Al salir de Suchitoto, me enfadé con el ayudante del chófer, el que cobra, ya que me pedía que le pagara una cantidad que era mucho más del doble del precio real. Le discutí, pero él insistía. Así que yo, cabezón y orgulloso como buen navarrico que soy, decidí bajarme; y no solo eso, sino que decidí no usar ningún autobús más en Salvador. Y eso hice. Y me fué muy bien. Increíblemente bien.
Llegué a mi destino, Perquin, al atardecer, en la parte de atrás de una pick-up (para variar). El pueblo era pequeño, pero con gran historia guerrillera, ya que ésta zona estuvo bajo control guerrillero. Ello ayudó a que se mantuvieran sus maravillas naturales como bosques o ríos sin contaminar, ya que nadie se metía en esta zona a excepción de los guerrilleros. El Museo Revolucionario, muy interesante, sobre todo con las explicaciones del guía, que fue guerrillero y al que mi alma guerrillera le acribilló a preguntas. Sin embargo, me gustó que en ningún momento hizo apología de la guerrilla o de la izquierda, ni se sintió orgulloso de lo que hizo, sino que su lema era "Nunca Más"; y así lo repitió durante la visita. Por cierto, la de Salvador, parece ser la única guerra civil que ha finalizado con un Tratado de Paz.
Cerca de ahí visité El Mozote, famoso porque siguen apareciendo fosas comunes de los alrededor 1000 muertos/desaparecidos. Se han encontrado unos 200, de los cuales más de 150 son niños. Todo sucedió en Diciembre de 1981, el comando Atlactl del ejército, le dijo a toda la genet que se iba a dar comida y víveres en ese pueblo, lo que aprovecharon para matar a todos... Nunca Más.
Y así decidí dejar Salvador, sin visitar sus famosas playas para el Surf, y con constantes noticias de los problemas ocasionados por los mareros; osease, los pandilleros que son expatriados desde EEUU y Europa, y causan el terror por los distintos países de CentroAmerica, en esta caso Salvador. Mi siguiente país a visitar era Honduras. Hay una carretera que todo el mundo sigue y llega a Markala, y que yo quería seguir. Pero resulta que cuando ya estaba sobre una pick-up, mi compañero de palangana me dice que esa no era la dirección y que debía haber ido por la otra carretera (que me pareció más secundaria que ésta). De todas formas, me dijo, por esa carretera podría llegar a Honduras también, pero no a Markala, sino a La Esperanza (que era mi verdadero destino en el país Hondureño). Así que decidí seguir por el camino empezado. Debía llegar a Colo, y allí a La Esperanza.
Tras una hora y algo varado en un cruce, pasó la pick-up del cura (belga), y subí para compartir la parte de atrás con 8 indígenas. Y así llegué a Torola, último pueblo de la carretera, en medio de las montañas, y denominado por el gobierno Salvadoreño, como de extrema pobreza. Imaginaos que era aquello...
El tema, que una señora que viajaba en la misma pick-up que yo, me explicó (tarde), que para ir hacia Colo, me tenía que haber bajado 8 kms antes, en el cruce. Yo había visto un cruce, pero la carretera parecía muy mala, así que no pensé que ese "camino" iba a llegar a Honduras. Error. Ese era. De nuevo metí la pata. Por suerte, a todo esto, todavía eran las 10.30 de la mañana, y la señora me dijo que el cura volví a las 12. Ok, al menos... un coche pasaría.
Vacas flacas, perros famélicos, alguna bici, hombres con machete y descalzos, ... pero ni un auto se movía. Ya pensaba en el cura, cuando un auto se movió y me llevó hasta el cruce a Colomoncagua. Me preguntó si estaba seguro de quedarme allí, y se lo confirmé. A los 2 minutos, comprobé el por qué de su pregunta. Una señora llevaba dos horas alí. No pasaba nadie, y el domingo, no hay autobús. La carretera está hecha de muchísimo polvo blanco, y aunque son unos 18 kms, en pick-up se demora com ouna hora y algo. Hubo gente que llegó al cruce, y sin pensarlo, sus bártulos al hombro y siguieron caminando. Yo, no quería ni pensar en caminar, así que ya estaba buscando algunos árboles para colgar la hamaca, y pasar la noche. Pero finalmente, los 5 que estábamos subimos a una pick-up (con otras 6 personas que ya iban ahí), y tras una hora y 20 minutos tragando polvo, llegué, blanquito, a Colomoncagua. Había estado 4 horas en ese cruce.
Pregunté a 3 personas de Colomoncagua, si ese pueblo era Honduras o Salvador, ya que los precios estaban en lempiras y en dólares, los autos había tantos con placas salvadoreñas como hondureñas, ni una bandera, y por supuesto, ni frontera ni control de ningún tipo. Bueno, de los 3... Honduras : 2, Salvador : 1. Me quedé con la duda, y con internet confirmé a los dos días, SÍ, COLOMONCAGUA ESTÁ EN HONDURAS!!! Da gusto cruzar fronteras sin darte cuenta... sin papeleos, ni ná...
Me hice amigo de los chicos que llevaban el bus a la mañana siguiente hasta La Esperanza, y decidí viajar con ellos apesar de lo temprano de su viaje (3.30 a.m.). Pero bueno, así llegué a las 8 a La Esperanza, tras 5 horas dando saltos en el asiento del bus sobre una carretera que ni las cabras. Llegué, cambié dinero, desayuné como dios manda (huevos, frijoles, tortillas, ...), y seguí viaje. Destino, Gracias.
Me puse a la salida del pueblo con la idea de subirme a algún bus que pasara, pero vi un camión de reparto, le pregunté hacia donde viajaba, y su respuesta fue un rayo de luz: Gracias. Ok, ya tenía viaje. 4 horas más tarde, tras un horrendo camino, aunque no tan malo como el de la mañana, ni muchísimo menos tan malo como el del día anterior, llegué a Gracias, pueblo que en su día fue considerada la capital de Centro América; y llamado Gracias a Dios, por la alegría que los conquistadores se llevaron al encontrar un lugar llano en el que poder fundar una ciudad.
Siguiente parada, fué Copán. Famosa por sus ruinas mayas, y pasaría también a mi recuerdo como el pueblo con papeleras, y que además SON USADAS!!!!! Y NO SOLO POR LOS TURISTAS!!!! Increíble, pueblo limpio. Las ruinas, eran diferentes a otras que he visto, sobre todo por la cantidad de esculturas y escrituras en piedras que hay. Destaca una escalera en la que está escrita la historia de la ciudad durante 400 años. Al igual que Tikal, me pareció carísima la entrada, pero acá no me pude colar.
Era jueves, 8 a.m.. Yo abría los ojos en mi cama del Hostel, en el que estábamos 16 personas. 13 de EEUU, 2 de Inglaterra, y yo asqueado de hablar inglés en un país en el que el idioma oficial es el español. Unos amigos chapines iban a venir a pasar el fin de semana a Copán, llegarían en pick-up el viernes tarde. Pero qué iba a hacer yo hasta entonces?? Oí que había una fiesta reggae en Guate y decidí ir a la frontera, y pasarme el día haciendo eso tan peligroso que es viajar de autostop. Tras un rato esperando, un camionero aceptó a hablar conmgo, y me llevó hasta su destino: Ciudad Guatemala, en donde me dejó a solo 2 cuadras de la casa de una amiga en la que iba a dormir. Sí, el autostop es peligroso porque es adictivo y te da tremendas alegrías.
Fiesta reggae a la noche, desayuno en Pollo Campero a la mañana siguiente, y viaje de nuevo a Copán (donde hasta la policía fronteriza se acordaban de mi). Me miraban raro, ya que no entendían tanto ir y venir. Quizás nunca sintieron la emoción de un viaje en sí mismo, sin un destino y un objetivo concreto, más que el viajar en sí mismo.
Pasamos un fin de semana en Copán que se podría resumir en fiesta, licuados para la goma, comer elotes, anafres, y más fiesta. El domingo, todos se volvieron excepto una amiga y yo, que nos íbamos a dirigir a las famosas Islas de la Bahía (Bay Islands: Utila, Roatan, ...) a sacarnos el Certificado de buceo PADI. Una nueva experiencia a mi lista.
Excelente experiencia! A ver viejo si algún día te das una pasada por tegucigalpa pa ir al mercado a comprar chunches! xD Me alegra que alguien se exprese bien de mi país, suerte Jotikass
ResponderEliminarwow excelente deicion habemos muchos q nos pasamos la vida haciendo lo q no nos gusta ,pero como eso es lo q rije la sociedad hay q hacerl.tu en cambio tuvistes la valentia de desafiar la monotona vida de un humano promedio.
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