-------------------- El Viajero ----------------

Nacido en Pamplona, capital del viejo Reyno de Navarra. Con 25 años, para algunos muy tarde para algunos muy pronto... decidí varias cosas: Me encontraba inmerso en un estilo de vida que no me satisfacía plenamente, ya que daba igual que tuviera 25 años o que tuviera 50, iba a seguir haciendo lo mismo, y con lo mismo para contar cada día. Así, que empaque la mochila ... y partí un día 6 de octubre de 2005 hacia Buenos Aires, donde empecé algo... que no se cuando acabará. Mi objetivo principal es VIVIR, y a la vez, sentirme vivo. Viajar... una forma de vida. No consiste en llegar a un lugar, sino disfrutar de cada segundo del camino, cada lugar, cada persona, cada grano de tierra, cada atardecer como si fuera el último y el más lindo... Y en eso consiste mi viaje, no llegar a ninguna parte... vivir viajando; al fin y al cabo, VIVIR. Y desde aquel momento, me considero la persona más feliz del mundo, con una riqueza inmaterial que nadie me puede quitar y nadie puede comprar, que no depende de nadie. Como una vez leí, las cosas verdaderamente buenas de la vida, no son cosas ni tienen valor. Aprendo, vivo y disfruto; entonces ¿por qué parar de viajar?
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jueves, abril 14, 2011

Bahia de Halong, y rumbo a Hanoi

La Bahia de Halong, ese lugar mas que fotografiado y que se ve en todos los panfletos turisticos sobre Vietnam, Patrimonio de la Humanidad, ... eran muchas las razones para visitarlo, asi que habiamos organziado nuestro viaje por el norte de tal forma que Halong fuera nuestra ultima parada.

La llegada a Halong fue dura, ya que al cansancio de tantos dias en moto y viajando, fue un dia duro, con frio, algo de lluvia y sobre todo tantisimo trafico y tantos buses y camiones. Costo, pero llegamos, y como nos suele pasar en los lugares mas turisticos encontramos alojamiento a un precio aceptable. Lo cual nos facilito esa maravilla que tanto a;oramos cuando acampamos: una ducha de agua caliente.

Por vagos, y porque no veiamos muchas otras opciones accesibles (como ir al puerto al muelle), contratamos un tour para el dia siguiente por la bahia. Y digamos que hasta ese momento, estabamos enamorados de la bahia de Halong. Ya no nos empezo a gustar y eso que todavia no habiamos ni subido al barco. Aunque el problema en si no era la bahia, sino los vietnamitas. No suelo hacer tours por muchas razones, principalmente es que uno hace unas expectativas con lo que le cuentan y le ense;an que casi nunca se ven cumplidas con la visita; unido a que los precios no se suelen equiparar con la calidad; aparte de que te llevan a donde van todos y acabas sin disfrutar de la visita en si misma. Sin embargo, viajando a tu aire, aunque gastes mas o menos plata, pero tus expectativas son cero, ya que lo ves todo complicado de conseguir, pero cuando vas avanzando y vas viendo cosas incluso mejor que en un tour segun tus intereses... eso es impagable. Pero en fin, esta vez ibamos en tour.



El dia amanecio con algo de niebla, pero parecia que iba a aclarar, y en eso confiabamos mientras ibamos al muelle en un taxi que la "empresa" en la que habiamos alquilado el tour nos habia metido (y querian meternos a 6 en un coche, pero al ver que nuestro tama;o no es como el suyo, acepto a que fueramos solo 4). Y el taxi nos dejo ahi en el muelle... sin ningun otro enlace de la agencia. Al rato aparecio uno con una moto, al estilo vietnamita, hablando con el movil y fumando. Y poco a poco nos junto a nosotros, con otros que venian en otro taxi, ... y mientras llamando y volviendo a llamar. Fumando y fumando y volviendo a fumar.... Y de vez en cuando llegaba alguien nuevo... y asi estuvimos como una hora casi, esperando a formar un grupo con gente que venia de un sitio, gente que venia de otro. El tema que Angel y yo, ya sabiamos lo que ibamos a encontrar asi que intentamos no enfadarnos, o al menos no al principio. Aunque el entorno no ayudaba. Todo super caotico, la entrada, los barcos tocando bocina, maniobrando, gritando, ... era como un atasco pero de barcos.

Por fin ya abordamos uno y empezamos a navegar tras unos 50 bocinazos. Avanzamos, y tras 30-40 minutos paro en la primera isla en la cual paran todos. Nos bajamos siguiendo a todos, y vimos que nos ticaban el boleto de la entrada. yo no lo encontraba asi que el tipo me dejo entrar sin ticarmelo. Y todo esto para ver una cueva, que parecia mas de Eurodisney, asi que no nos aportaba nada, y si hubieramos sabido ni entrabamos. Totalmente iluminada, con gente por todos los lados. Y esta gente eran japoneses y chinos, que aunque son muy distantes a la hora de saludar sin tocarse, en sitios como estos se dedican a empujar y moverse como se puede sin respeto alguno. Asi que nuestra visita de la cueva fue mas un suplicio que pasamos sin disfrutar lo mas minimo. Eso si, el atasco de barcos era monumental, sobre todo para descargar pasajeros, con bocinazos, entrando al golpe (si, golpeando a otros barcos para que no se metieran delante o para abrirse camino...)... todo super vietnamita, pero aca las bocinas eran de barco y con muchos decibelios, por no hablar de la contaminacion por el humo.

De nuevo en el barco seguimos un poco mas, y en 30 minutos paro en una cafeteria flotante, desde la cual no habia mucho para ver. O sea si, se veian los tipicos monolitos de Halong, pero esto no era lo que esperabamos, y menos una cafeteria tan lejas del espectaculo natural. Le preguntabamos por que paramos, y nos explican que van a estar ahi 1 hora porque hay 4 personas que tienen reservado kayak, asi que o podemos pagar y hacer un kayak, o pagar y dar un paseo en lancha, o pagar y comer algo, o simplemente esperar como tontos una hora. Ahi se monto el lio. Quejandonos de haber pagado 6 horas de tour y vamos a pasar una ahi quietos esperando a otros... en fin, que juegan contigo, y cuando empiezas a quejarte ya se desentienden y dejan de hablar el ya de por si escaso ingles que manejan. Angel no se queria meter, y yo estaba a punto de darle fuego al barco. Pero bueno, nos pusimos a hablar con un par de francesas a las que dijimos que viajabamos tanto porque robabamos un banco al aคo (lo cual se creyeron), y ya no quisimos pensar en nada mas. Finalmente el barco siguio rumbo...

El sol parece que nos quiso compensar por semejante incompetencia vietnamita, y nos brindo lindos paisajes. Nuestro humor se fue tambien recuperando, y asi llegamos a una islita, en la que habia un mirador. Fuimos a entrar y a mi me dejaron pero a Angel no. Al parecer con la entrada al parque tienes derecho a visitar solo una de las atracciones (cuevas, mirador, ...) teniendo que pagar para ver el resto. No lo sabiamos, y yo gracias a que no encontre el ticket en la primera parada pude entrar aca. Angel, se podia haber colado por la playa, pero no le apetecia subir al mirador, asi que fui solo. Y fue una pena haber malgastado la entrada en la cueva, para luego no poder subir aca, ya que fue para mi lo mejor del viaje.  Las tipicas fotos que todos hemos visto de la Bahia de Halong estaban tomadas desde aca, asi que hice lo posible por sacar algo aceptable. Y ahi me sente, intentando abstraerme del ruido de los turistas chinos y japoneses, observando esta maravilla natural, todos esos pinaculos de caliza que asoman del mar mostrando un paisaje increiblemente lindo, y realizandome una vez mas que el ser humano no es nada en comparacion y sin embargo nos encargamos de destrozar lugares como estos.

No mucho mas antes de volver al puerto, y mas caos. Los 3 kilometros al hotel los volvimos caminando ya que obviamente no habia transporte de vuelta. Si nos lo hubieran dicho, hubieramos ido con nuestra moto y asi podiamos volver sin problemas, pero en fin, al estilo vietnamita cuando te quieren vender algo todo es "si, si, si, si...." pero luego surgen los problemas. Como cuando ibamos a cenar en un puesto, y viendo lo que tenian y asi... le preguntamos si se podia pagar con tarjeta y el tipo contesto obviamente "si, si, si, si ", entramos, nos aseguramos de ver el aparatito y sacamos la tarjeta y otro tipo, mas coherente, nos dijo que no. Asi que nos fuimos al bar de al lado, a pagar en metalico, pero por lo menos con las cosas claras y sinceras.

Todas estas cosas, iban haciendo mella en nuestro cuerpo. Como ya dije, el cansancio fisico de tantos dias en la ruta con las ultimas adversidades climatologicas nos tenian debilitados. Lo de los problemas con las motos iban haciendo mella en nuestra confianza para llegar a Hanoi en el plazo pensado. Y lo de la cultura vietnamita, ya nos estaba horadando en lo mas hondo. Me explico con esto ultimo. El tener que andar siempre pensando que te enga;an... es duro; preguntar el precio incluso para comprar una botella de agua, y tener que negociarlo porque te venden al doble del precio normal te acaba por cansar muchisimo. Y asi estabamos, cansados de que cada vez que queriamos comer algo habia que hacer miles de preguntas, sin un menu o algo con precios que facilitase el encuentro; ya que ademas todos las negociaciones eran en vietnamita y por lo tanto no muy fluidas. Resumiendo, queriamos llegar a Hanoi.

La maคana siguiente nos despertamos con ese gusanillo en el estomago que uno tiene cuando va a hacer algo importante con su vida, como una oposicion, o el examen de fin de carrera,... esas cosas. Iba a ser, al menos segun lo planificado, nuestro ultima dia con nuestras motos. Pero todo empezo como peor nos lo temiamos, y eso que solo habia unos 160 kilometros.  Arrancar las motos, con los tipicos problemas de siempre, y ver que mi rueda esta baja. Realmente muy baja. Asi que ibamos buscando un taller para ponerle aire, a la vez que una gasolinera, porque habiamos dejado el deposito casi vacio el dia anterior. Ni una ni otra, hasta que sin darnos cuenta estabamos entrando en la autopista, y mi rueda sin aire, totalmente con la llanta, asi que tuve que parar.

Angel hizo lo que hace siempre, irse a investigar mientras buscaba gasolina. Tardo como 25 minutos sin encontrar taller pero con gasolina, por lo menos algo es algo. Ibamos caminando para el otro lado, cuando una moto que me vio lo que me habia pasado me se;alo una tienda que estaba a 50 metros. Angel ya se habia adelantado y me la estaba se;alando tambien. El tipo vio la moto, y se disponia a arreglar el pinchazo cuando vio que lo que estaba roto era el tubo. Habia que poner uno nuevo. Asi que la dura negociacion del pinchazo no valio para nada, y hubo que negociar de nuevo. El tipo era implacable con el precio sabiendo que no habia mas talleres cerca, asi que finalmente pagamos un poco mas de lo que nos hubiera costado en otro taller.

Ya con mi rueda como nueva, aunque con miedo, seguimos por la autopista. Y pensabamos encontrar una gasolinera para mi, pero nunca aparecio una, hasta que ya con la ultima gota de combustible aparecimos en una.  Saliendo de la gasolinera vimos el tipico accidente de cada dia, sin heridos, pero con una moto en el suelo y un coche abollado. En realidad, solo un dia vimos sangre en un accidente, con muy mala pinta; en el cual Angel bromeo diciendo que solo se fijo en que la moto que estaba en el suelo tenia intacta la pieza de la moto que Angel tenia destrozada.  Pero no paso tan facil el dia, ya que en unos 50 kilometros, a Angel se le salio la cadena, la cual por suerte (y como alguna otra vez habia pasado), se la pude volver a poner, facilitado porque a su moto le falta la pieza que la protege. Pero 20 kilometros mas, y se le rompio. Ya los dos nos mirabamos con esa cara de... "hoy no llegamos", o "que te parece si les damos fuego a las motos y vamos en bus", ... asi que me toco esta vez a mi ir de exploracion, para encontrar un taller a 600 metros, en el cual de primeras nos dieron el precio justo, asi da gusto. Y ya con la moto arreglada, seguimos sin querer hablar del tema, ni de cuanto nos faltaba ni nada. Simplemente queriamos ver el cartel de Hanoi.

El tema es que por alguna razon, no llegamos a la ruta 5, que era por la que queriamos entrar y acabamos en la autopista 1 que venia de la frontera con China. Por un lado nos fastidio el error, pero por otro nos alegramos muchisimo, ya que no podia ser mejor nuestra entrada a Hanoi que por la ruta 1, esa ruta que habiamos recorrido tambien 2000 kilometros al sur, en la que tantos cafes habiamos tomado tirados en hamacas, en la que tantisimos kilometros habiamos recorrido, en la que habiamos acampado, en la que habiamos manejado de noche en direccion contraria, en la que nos habiamos perdido y vuelto a juntar, en la que nos habiamos puesto de mala ostia con conductores y gritandoles cosas que jamas entenderian, ... es la ruta que nos habia ense;ado gran parte de Vietnam y ahi estabamos, a 33 kilometros de Hanoi por la ruta 1.  Y estos 33 kilometros fueron un resumen de lo que la conduccion por Vietnam nos habia ofrecido, controles de policia y 200 metros mas adelante un coche yendo marcha atras en plena autopista, o un coche adelantando entre dos coches (si, figuraros 3 coches en dos carriles, como en las peliculas), camiones y autobuses manejando como locos mientras el chofer se mete un redbull de trago para tirar luego la lata por la ventana, motos en las que van 2, 3 o 4 personas, en las que pueden llevar cualquier tipo de mercancia, o motos que van en direccion contraria por el arcen, por una ruta con arrozales a los lados... fue un gran resumen de lo que las carreteras de Vietnam nos habian ofrecido. Y Angel y yo nos sentiamos como el lider del Tour de Francia al llegar a los Campos Eliseos, sabeedores de que ya todo estaba hecho, pero de que habia que llegar, de tener cuidado en los ultimos metros. Pero esa sensacion de la tarea cumplida, ya nos iba inundando, y sobre todo cuando vimos que los carteles con los kilometros iban bajando.

Y finalmente llegamos a Hanoi!!!!! No nos lo creiamos. Nos volvimos a auto aconsejar el manejar con conduccion, no caernos a tampocos minutos de aparcarlas para siempre, no liarla, no perdernos, no gastar mas gasolina de la que teniamos, ...  Como nos ha pasado en todo el viaje por Vietnam, han sido bastante las veces que no hemos agarrado la ruta que queriamos pero inimaginablemente hemos llegado a donde queriamos, pero por las ciudades, todo ha sido siempre perfecto, con una rapida mirada al mapa orientarnos de tal forma que pasando por calles, puentes y mercados llegamos a donde queriamos. Hanoi no fue una excepcion, asi que tras limpiar las motos con agua y jabon y dejarlas lindas para la venta, llegamos a la catedral, cerca de la cual nos alojamos.

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