Saliendo de la zona montaคosa

Comenzo un nuevo dia desde nuestra carpa, y sin muchos preambulos ya que no habia ni desayuno ni fuego ni nada, continuamos ruta. Teniamos ganas de avanzar rapido, de llegar pronto a la costa a ver la famosa bahia de Halong, y sobre todo de llegar a Hanoi, de demostrarnos a nosotros mismos que las motos habian aguantado y que las podiamos vender y recuperar parte de la plata. Pero todavia nos faltaban... unos mil kilometros.

Nuestro objetivo era por lo menos llegar a Lang Son, lo cual no seria muy dificil si la carretera que ibamos a encontrar en Cao Bang era tan buena como esperabamos. Para llegar a esta nueva carretera habria unos 80 kilometros.

Todo iba bien, por caminos de monta;a, entre saludos, con paisajes hermosos, y sin complicaciones. Por suerte parecia que el dia anterior ya habiamos llenado los cupos de visitas al taller y hoy no nos pasaba nada. Aunque la carretera estaba en continuas obras, y no nos dejaba correr mucho, porque habia algo de barro, piedras, ... Por supuesto, lloviznaba, algo que ya no le dabamos ni la menor importancia.  Y en una de estas vimos que Cao Bang estaba a 32 kilometros nada mas. Perfecto, calculamos que en menos de una hora ya estariamos en la carretera que venia de Hanoi y que suponiamos buena. Pero estos 32 kilometros... nos costaron mas de dos horas. Era un barrizal, y cuando digo barrizal digo de barro hasta mas arriba del tobillo. Y a eso le llamaban carretera. Una autentica pista de patinaje, en la que era imposible adelantar por no salir de la huella marcada por algun camion... una verdadera odisea, una mas!! y van... El barro se quedaba pegado a las ruedas, al motor, a los ejes, a nuestra ropa y por supuesto a nuestros pies cada vez que apoyabamos el pie para no caernos o para equilibrarnos un poquito.  Fue muy duro fisicamente, esas dos horas tan despacio, con tanto control, ... pero no nos caiamos. Y lo mas curioso, que en esos 32 kilometros solo habian dos personas trabajando.

Habia un problema extra, y era que casi no teniamos gasolina. A Angel le marcaba acabado cuando faltaban todavia unos 5 kilometros a la carretera, y a mi, como no me marcaba nada suponiamos que algo parecido. Pero con suerte, y mucho miedo, llegamos a la carretera. Vimos que habia una tienda en la que tooooodos los motoristas paraban a limpiar las motos, pero nosotros necesitabamos otra cosa todavia mas: petroleo. Vimos una gasolinera a lo lejos y fuimos, llenamos el deposito casi vacio y volvimos a limpiar. Vimos otra tiendita ahi cerca que estaban acabando de limpiar una moto y fuimos ahi. Fue super gracioso, ya que nada mas bajarme de la moto, dos de los tipos que estaba ahi pasando la tarde al estilo vietnamita, se levantaron y se pusieron al lado mia. Eran casi tan altos como yo, y creo que por eso se levantaron ya que acostumbrados a ser los mas altos del pueblo se sorprendieron conmigo (eran los vietnamitas mas altos que habiamos visto, 1,78m nos dijo). Asi que Angel, viendo la cara de felicidad de los tipos, que me abrazaban, saco un par de fotos, y ellos contentos. Y comenzamos a hablar. Por supuesto, nos ofrecieron te que nos sento muy bien, y cuando llego nuestro turno pusimos las motos para que les dieran manguerazos a presion. Pero no solo las motos, aprovechamos a lavarnos a nosotros mismos, con los pantalones impermeables y las botas llenas de barro, a puro manguerazo volvimos a recuperar algo parecido al color natural. Sobre las motos... costo, pero lo conseguimos, asi que pagamos el medio dolar la limpieza y seguimos ruta.

Era ya medio tarde, y con frio, por la niebla, la lluvia, el cansancio... asi que ibamos buscando un lugarcito para acampar. Nos costo, y ya pensamos que nos iba a tocar buscar algo en la oscuridad cuando vimos un plano cerquita de la carretera... y ahi nos metimos. El sitio era espectacular, y como no habia tanto trafico la cercania de la carretera no era un problema. Lo primero que hicimos fue armar la carpa para que se secara, y lo siguiente comenzar a juntar le;a. No fue facil ya que los aldeanos arrasan con todo, pero conseguimos suficiente que fuimos almacenando, y seleccionando entre la que estaba seca, la que estaba un poco humeda y la que estaba un poco verde. Prendimos el fuego ya anocheciendo... y asi nos fuimos calentando, secando ropa, calcetines y zapatillas, para luego comer algo que teniamos por ahi; como siempre con una interesantisima charla sobre la vida. Y van tambien unas cuantas.

Para variar, como en muchisimos otros lugares en los que hemos acampado, tuvimos visita nocturna de la tipica parejita buscando un poco de intimidad, pero estos creo que entre el frio, la humedad, la niebla y nuestra presencia; decidieron cambiarse de sitio. Nos despertamos bastante pronto, yo muerto de frio. En este punto dire que mi bolsa de dormir es para verano, con una temperatura minima de 10 grados, y la de Angel, era de invierno, un buen regalo de su madre que se banca hasta menos 10; asi que a las ma;anas, mientras uno se despertaba sonriente y en calzoncillos, el que escribe se despertaba tiritando y con toda la ropa encima. Tambien dire, para que Angel no se enfade, que en la moto, yo iba con mi camiseta termica y unas mallas, mientras que el me recordo mas de mil veces sus mallas que tiene guardadas en el segundo cajon de su casa...  El tema fue que esa ma;ana, con tanto frio que me desparte me dio por moverme y sobre todo por reavivar el fuego, el cual lo habia dejado de tal forma que la humedad no le atacase y que con suerte mantuviera brasas. Parece mentira, pero lo habia conseguido, y en 5 minutos teniamos fogon y calor. Asi que pudimos desayunar calentitos, y aunque nos daba pereza el irnos... habia que seguir camino.

Y seguimos y seguimos.... Por suerte la carretera era bastante buena, y no habia apenas trafico. Asi que ibamos felices y sonrientes (sera gracias al calorcito del fogon ma;anero??). Charlando uno a la par del otro, calculando cuanto nos faltara, donde dormiremos, ... Parecia que ya estabamos llegando a Hanoi, con esa sensacion de los deberes hechos, incluso un poco de tristeza por todo lo que dejabamos atras. La razon, fue que sin darnos cuenta llegamos a la costa y ya habiamos dejado toda la zona de monta;a con sus paisajes y sobre todo sus gentes atras.

La costa era otra historia, sobre todo por el trafico, caos, construcciones de ciudades nuevas... Suena de risa, pero en un momento vimos que se abria un llave y que habian allanado lo que seguramente fueron 3 monta;as, y estaban urbanizando aquello... "Claro -dijimos- llevamos 20 kilometros sin ciudades y ya va tocando una". Como llevo diciendo muchos dias... aca todo a lo grande: "que no hay ciudades por aca?? borramos 3 monta;as y contruimos una!!!". Y asi, entre caos, obras, trafico muy muy intenso, edificios grises, cielo gris, llovizna... llegamos a Halong Bay, osease, la famosa Bahia de Halong, Patrimonio de la Humanidad.