-------------------- El Viajero ----------------

Nacido en Pamplona, capital del viejo Reyno de Navarra. Con 25 años, para algunos muy tarde para algunos muy pronto... decidí varias cosas: Me encontraba inmerso en un estilo de vida que no me satisfacía plenamente, ya que daba igual que tuviera 25 años o que tuviera 50, iba a seguir haciendo lo mismo, y con lo mismo para contar cada día. Así, que empaque la mochila ... y partí un día 6 de octubre de 2005 hacia Buenos Aires, donde empecé algo... que no se cuando acabará. Mi objetivo principal es VIVIR, y a la vez, sentirme vivo. Viajar... una forma de vida. No consiste en llegar a un lugar, sino disfrutar de cada segundo del camino, cada lugar, cada persona, cada grano de tierra, cada atardecer como si fuera el último y el más lindo... Y en eso consiste mi viaje, no llegar a ninguna parte... vivir viajando; al fin y al cabo, VIVIR. Y desde aquel momento, me considero la persona más feliz del mundo, con una riqueza inmaterial que nadie me puede quitar y nadie puede comprar, que no depende de nadie. Como una vez leí, las cosas verdaderamente buenas de la vida, no son cosas ni tienen valor. Aprendo, vivo y disfruto; entonces ¿por qué parar de viajar?
jotikass@gmail.com

lunes, abril 02, 2007

Subiendo al altiplano chileno

Me costó salir de Pisagua todavía más de lo que me había costado entrar. Realmente, el lugar era una cárcel. Durante las largas horas que estuve esperando a que alguien saliera del pueblo en su coche, pensaba en cosas relacionadas con el golpe militar y con las masacres y torturas que en este pueblo se realizaron. Angustia. Pero más pena por los hombres de hoy en día que siguen realizando las mismas calamidades, muchas veces con la ley a su favor.

Costó pero llegué a la Panamericana en un auto de unos australianos; y ahí, aunque yo pensaba que me iba a tocar dormir, paró un camión al tiro, el cual me llevó unos 100 kms, en donde el se desviaba. El lugar que me dejó era un par de restaurantes en donde los camiones suelen parar a cenar y dormir. Así que yo hizo lo mismo, cené un estofado (quería comer carne, y no quería cocinar, y por 1000 pesos...), y a dormir. A la mañana siguiente, me levanté a las 6, para intentar que no se me escaparan los camiones. Ya muchos se habían ido, y los que iban despertando no me querían llevar... hasta que encontré uno que sí.

No recuerdo su nombre, pero sí su apellido: Toro. Un señor de 60 años, con muchas historias. Operado de la columna y del corazón (éstas cosas me son familiares...), y manejando para mantener a su familia. Me contó como antes del golpe militar trabajaba en la Universidad, en la facultad de Veterinaria y como era jefe sindical. Poco antes del golpe, su padre, que también trabajaba en la Universidad, murió; y al ser una familia de bajos fondos, le dieron ese puesto de trabajo a otro de sus hermanos. Por entonces, hubo en la universidad una visita por parte de Salvador Allende, el entonces presidente. Éste, se quiso sacar una foto con los trabajadores, y dió la casualidad que a su hermano le colocaron jutno al presidente. Y dió la más casualidad todavía, que salió en las portadas de todos los periódicos. Pues bien, tras el golpe militar, el ejército fué a los 3 meses a registrar la casa en la que vivían toda la numerosa familia. Mi "chofer" pensaba que iban a por él, puesto que ya le habían quitado de su puesto de trabajo y además había sido jefe gremial... Pero no, se llevaron a su hermano. ¿Por qué? Pues por salir en una foto con Allende... Pero más casualidades de la vida, tuvo suerte de que esa misma noche habían detenido a varios académicos y estudiantes, y la noticia llegó a Cruz Roja Internacional. Creen que gracias a eso no le torturaron físicamente y pudo contarlo pasados unos meses. Lo que sí dice que la tortura psicológica era brutal.

Otra de sus historias, era cuando realizó un viaje a Buenos Aires con el camión. Salía de Buenos Aires con la carga, y un auto de policía le hizo señales para que se detuviera. Se detuvo, y en ese momento otro auto se puso entre el camión y el auto de la policía, que se escapaba. El tipo pensó que sería un auto camuflado, puesto que además de uno de los asientos bajó un uniformado. Por si fuera poco, el armamento que llevaban era de policía. Así que él pensaba que era la policía. Pero cuando le encañonaron, le hicieron bajar y meterse al coche... ya vió de que se trataba: le robaban el camíón. Le tuvieron todo el día dando vueltas por Buenos Aires en el coche, encañonado, y amenazándole con disparar si hacía señas hacia fuera. Hablaron de trabajo, familia, fútbol (obvio siendo en argentina!)... Los tipos le decían que si su trabajo era manejar camiones, el suyo era robarlos; pero que estuviera tranquilo, ya que si les hacía caso no le iba a pasar nada. Le decían que solo querían la carga, incluso sus pertenencias se iban a dejar intactas. Y hablando hablando... el tipo se dió cuenta que los secuestradores sabían demasiados datos sobre lo que había hecho antes de arrancar el camión: que había llamado por teléfono, que le habían dado la documentación y que le habían antelantado 500 dólares. Ahí ya confirmó sus sospechas de que eran policías. Finalmente, le dejaron en un taxi para el lugar en el que se juntan los camioneros chilenos. Toda una aventura que no acabó ahí... ya que bueno, el camión apareció, pero luego se enteró que la mercancía estaba asegurada... así que les acusó de autosecuestrarse. Eso sí, nunca dijo sus sospechas de que eran policías porque los otros le habían amenazado si decía eso. En fin, historias!

Y seguimos el viaje hacia Arica, comiendo aceitunas de Huasco; las cuales dice que en Arica no serían ni semillas. Y pudiendo observar bellos petroglifos en la pared. Eso sí, más cerca ya de Arica, pudimos observar otro un tanto más moderno, pero que ya tendrá sus 20 años por lo menos. Me dejó, y comencé a caminar por Arica.

En Arica, a la que le dicen la ciudad de la eterna primaveralugar en que nació mi amigo de Viña del Mar Luciano, una amiga suya me esperaba. Yo no quería parar ahora en Arica, sino que quería seguir hacia la cordillera. Aun y todo, quedamos y me llevó en coche a donde salen las micros para Poconchile. En este pueblito no hay mucho para ver, excepto la iglesia del S. XVII (que dicen que es uno de los templos más antiguos del país) y el desolador cementerio que se encuentra detrás. Un cementerio siempre es "triste", pero si rodeando a este no hay más que un paisaje árido, desértico, muerto... el impacto es fuerte.

No hubo manera de salir de Poconchile, y dormí junto al río. Mientras montaba la carpa... oí unos ruídos familiares... oink,oink!! Sí!!!! Por suerte, eran los primos pacíficos de los jabalíes. Un aldeano tenía ahí varios chanchos, que no me molestaron mucho mientras dormía. Al día siguiente ya sí, llegué a Putre.

Putre fué fundada por los españoles en el S. XVI y aunque no tiene mucho para ver, decidí quedarme al menos una noche para ir aclimatándome nuevamente a la altura, ya que se encuentra a 3.500 msnm, y el lugar al que quiero ir está a más de 4000. No hizo falta tomar hojas de coca por el momento. Lo más llamativo de Putre es su iglesia, construída de adobe (como muchísimas casas del pueblo) y adornada con muchísimos elementos de la colonización (en mi opinión, demasiado recargada). Todo el mundo me hablaba del carnaval que se celebra acá en febrero, al parecer buenísimo, tirándose la gente globos rellenos de harina, tirándose confeti, ... Y eso sí, parece zona militar, ya que por todos lados hay militares puesto que acá tienen un campamento estratégico. La frontera con Perú y Bolivia está muy cerca, así que están alerta. Para dormir, me dieron el dato de que el cura tenía muchas camas en la casa parroquial, así que ahí fuí. Costó encontrar al cura, pero a las 8 de la noche, en medio de la fría niebla que cubría el pueblo, apareció y me dió lugar para dormir.

Al día siguiente salí a caminar, buscando el pueblo de Sorocoma, que me habían dicho que era lindo. Me informé, y en tres horas se llegaba caminando desde Putre. No quería llevar mucho peso, así que una pequeña botellita de agua, y en Sorocoma almorzaría y rellenaría el agua, capaz incluso intentaba volver en coche. Pero algo pasó. No se por qué... seguí todas las indicaciones y llevaba casi 4 horas y media caminando y no veía nada parecido a un pueblo. A todo esto, nada más empezar mi caminata, no veía como descender de un alto, fuí caminando... y la tierra cedió, cayéndome unos 5 metros de altura. Pero bueno, excepto que me quedé totalmente blanco por la tierra, y con la muñeca izquierda dolorida, no pasó a más. El camino no fue tampoco sin obstáculos... pero entre los cactus que había por allí, y los guanacos, me entretenía. Finalmente, decidí volver, por miedo a no encontrar nunca ese pueblo, y a que cayera la niebla o la noche y pasarla realmente mal, ya que no iba muy equipado. Comencé la vuelta, y como suele suceder en estos casos, el camino que uno sigue, no se parece en nada al que le trajo, como si lo hubieran cambiado de sitio. Decidí avanzar por el cauce del río, que iba casi seco, y más o menos sabía a donde me llevaba, porque por suerte, mi orientación sigue muy bien. Avancé... tuve que cruzar el río infinitas veces (sin caerme en esta ocasión), tuve que escalar paredes enormes, desescalarlas también, ... en fin, una aventura. A todo esto, había que sumarle mi bajo estado de forma, puesto que desde el sur no caminaba tanto; también sumarle el efecto de la altura, que me aceleraba el corazón como si me fuera a saltar; y lo que más dolió que no llevaba comida ni agua. Y eso que sale en los dibujos animados, de que abren un cactus y hay agua... MENTIRA!!!! Bueno, costó trabajo pero llegué de vuelta. Nuevamente esperar al cura hasta las 8 de la noche, tiempo que aprovecher para beber zumo y comer empanadas... jeje. Y cuando llegó, en casa me dió la mala noticia que el lugar donde había llegado, estaba como a 500 metros del pueblo. En fin... ¿¿Puede ser peor?? SÍ!!! Si mal no calculo, debido al viaje y a acampar en lugares no preparados y así... llevaré como 5-6 días sin ducharme, y ya lo necesitaba; además tras la excursión tenía el cuerpo cubierto de tierra. ¿Y cual fue la mala noticia? Que no hay agua caliente. En fin, imaginaos lo que debe ser, ducharse a las 9 de la noche, con el agua que baja directamente de los Andes, en un pueblo a 3500 msnm... en fin, ducha a la escocesa, rápida y eficaz.

Volví a la habitación, y lo primero que hice fué poner todas las cosas encima de la otra cama, ya que ví un ratoncito... si, hay muchos por esta zona, y en la casa del cura, pues también.

Al día siguiente, tuve suerte, y viajé con unos turistas holandeses, que iban parando cada poquito a sacar fotos... así que aproveché yo también. Practicando mi super inglés, fuimos al Lago Chungará, a 4.500 msnm que lo convierten en uno de los más altos del mundo. Ahí, observando volcanes nevados, muchísimos pájaros, vizcachas, vicuñas...

La siguiente parada, fué un pueblito llamado Parinacota. La verdad que no son más que 4 casas, y toda su gente se dedica o al pastoreo o a las artesanías, cuyos puestos inundan la plaza de la iglesia. La iglesia, como viene siendo normal en estos lugares, blanca, hecha de adobe y piedras, y el campanario, separado de la iglesia en sí;ah,y obviamente cerrada. No sé qué onda, pero siempre están las iglesias cerradas. La gente me decía que dentro hay dos cosas interesantes, una mesa atada con cadenas a la pared (dicen que antes se escapaba a buscar almas por el pueblo, así que la ataron); y un cuadro en el que sale a Jesús llevándolo a la cruz, pero en vez de los romanos, son soldados españoles los que lo hacen... Frente a la iglesia había un kiosko, y en él... algo curioso: un taca-taca (o sea, un futbolín). Obviamente, para turistas, porque no me imagino a la mujer de 80 años que se dedica a tejer bufandas con alpaca jugando... o sí?? Y a las afueras de la ciudad, algo que no puede faltar: Campo de fútbol. Ahí tampoco me imagino a las mujeres artesanas jugando...

Pensaba dormir acá, pero eran todavía las 15.40, así que decidí seguir hacia el último pueblo de Chile: Visviri. Me acuerdo cuando empecé mi viaje en Punta Arenas, que miraba el mapa y decía, ahícito no más está Visviri, algún día llegaré. Pues bien, ese día se acercaba. Me puse a hacer dedo, y a la media hora pasó el primer vehículo, era el autobús que conecta Arica con Visviri 2 veces a la semana. Sin embargo, al último pueblo quería llegar a dedo, tardaría lo que fuera pero a dedo. Tenía el dato de que pasan varios camiones muy temprano hacia Visviri, pero no quería madrugar tanto, así que mejor intentar llegar esta tarde... y zas, paró una furgoneta.

3 comentarios:

  1. espero, con mucha sinceridad....que la idea de ir a tacna ayer....se halla esfumado...


    por tu seguridad....

    eso espero...




    imaginate el titular...



    español apedreado en media de trifulca en torno al hito 1....




    o tal vez el diario la cuarta diria...

    Chaval queda metido entre los peñascazos de los cholos....




    cosas del idioma...




    saludos



    buena estrella

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  2. Anónimo2:23 p. m.

    Hola javier como estás!!!!!,

    Por curiosidad ingresé a la pagina de autostop-chile (la tarjeta que nos diste a mi y mis hermanos en el camping chañares de san pedro) y me encuentro con la triste sorpresa que no pudiste ir a Rapa-Nui, me apena bastante porque recuerdo la alegria y las ganas de conocerla que tenias, pero ánimo y para la proxima será.

    Espero que no hayas tenido más problemas (aún no leo todo el blog) y que te vaya muy bien.

    Se despide Mauricio y Hermanos

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  3. grande osasuna...


    jajajaj



    saludos


    /daniel_lumpen

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