Japi niu yiar!!!!!!

Primera semana en Edimburgo. ¿Qué contar? Que me encanta esta ciudad. Y eso que todavía no la he visitado. Lo dejo para los próximos días porque ahora está llena de turistas, y LOS QUE VIVIMOS ACÁ estamos agobiados!!! jeje

Edimburgo, es conocida entre muchas otras cosas, por los festivales que suele hacer durante el año. Uno de ellos es el Hogmanay, o sea, la celebración de fin de año para la cual vine, que se empieza a celebrar ya el día 29. Pero claro, el día 28, tocaba toma de contacto con la ciudad, así que a la tarde-noche nos juntamos un grupo grande de gentes venidas de todo el mundo que querían pasar fin de año acá, para hacer lo que hace todo el mundo acá: beber. Mientras que el Whisky escocés es más caro que en cualquier parte del planeta, la cerveza es más barata que en España. Ahí empezó mi agotamiento mental. (no por la cerveza, eh?). Todo el día hablando inglés con gente escocesa, inglesa, irlandesa, de EEUU, de Australia, de Nueva Zelanda... y yo que no se diferenciar ni los acentos, a duras penas les iba entendiendo. Pero bueno, con su paciencia y mi esfuerzo y un par de cervezas, la comunicación se volvió bastante fluida. Pero esto no iba a acabar ahí... ¿Por qué no seguir la fiesta en un piso? y ahí fuimos, a casa de un chico que vivía cerca unos 8 valientes a comer pizza y jugar a unos juegos raros que les gustan a estos escoceses...

TORCHLIGHT PROCESSION

Al día siguiente, empezaba ya el festival en sí mismo. ¿Y cómo lo hacen? Pues con una procesión de antorchas. Mi compañera de piso me había reservado una, así que ahí fuimos. Tras aguantar el pregón de algún político, toda la gente (muchísima) con sus antorchas, caminando en procesión durante una media hora o más... para acabar en lo alto de Calton Hill, una de las colinas que tiene Edimburgo. En lo alto de Calton Hill, está la Acrópolis, razón por la que a esta ciudad se la conoce también como la "Atenas del Norte". Bien. Pues ahí arriba que fuimos. Obviamente, no llegamos de los primeros, así que encontramos solamente una gran hoguera. ¿Pero qué había antes que eso? Pues si bien entendí... había un barco bárbaro al cual se le daba fuego.

Muy bien, ya participamos en la Torchlight procession. Ahora? Al pub. Por suerte, había un chico de Chicago, Brad, que había vivido en Balmaseda, cerca de Bilbao durante 3 años. Así que por lo menos me pude desquitar un rato hablando rápidamente español, sin tener que pensar cada palabra. Ahí estuvimos tomando alguna cerveza y sidra, y la medida, nada de vasos, acá todo el PINTA (hasta la leche te venden en Pintas, nada de litros!!!).

CEIDILH DANCE

El día 30 de diciembre llegó, y todavía llegaron más turistas. Por mi nuevo apartamento, paraban a parte de mi compañera de piso un Malasio y un chico de Ohio. Iban a venir también 3 chicas de Irlanda, pero cambiaron planes al final. Esto parece un Hostel.

A la noche, nos volvimos a juntar el grupo de locos. Esta vez eramos ya más de 45 personas, y nos fuimos a George Street, que es una ancha calle céntrica, en la que había varios escenarios. El objetivo era bailar el Ceidilh, que es como una danca típica escocesa que consiste en dar vueltas con tu pareja agarrados del brazo, mientras se va cambiando de pareja. Hubo otros bailes y llegó el gran momento, el momento del CEIDILH DANCE. El Ceidilh Dance más grande del mundo... y también el más difícil de bailar, porque había tanta gente que no se podía ni mover... pero bueno, fué curioso.

Todo esto era amenizado por "Monstruos voladores" que eran grandes hinchables que atacaban a la gente; o hormigas gigantes, que consistían en gente con zancos con unos disfraces muy guapos, o... en fin, un fiestón. Y claro, tras la música típica, hubo paso a otros tipos de música. Acabé con dos amigos en el escenario "country" aprendiendo a bailar la típica música del sur de Estados Unidos (todo muy parecido a Coyote Dax, el de.. "no rompas más, mi pobre corazón... lalalalala"). Y acabamos con un multitudinario karaoke. Sí, yo también canté... las dos canciones que pusieron (leyendo la letra en inglés no era complicado). La primera era fácil, porque era típica escocesa pero la música era muy parecida a la canción "Al partir un beso y una flor" de Nino Bravo, y el título era Loch Lomond. La segunda, era muy conocida por todo el mundo (hasta por mi): "5 hundred miles" de The Proclaimers (si la buscas en internet seguro que te sonaba!!!). Y me gustó... sobre todo porque por fin me enteré de lo que dice la canción... buenísima la letra!!!!!!

Como estamos en Gran Bretaña... acá todo acaba pronto, así que a las 23 se acabó la música. Qué hacer? Pues a dormir... tras pasar un rato por el pub. Llegaba el día 31...que iba a ser muy largo!!!

HOGMANAY

Llegó el día 31. Intenté dormir todo lo que pude... porque venía el día grande. Nos juntamos a la tarde en casa de una chica de Nueva Zelanda que vive acá, y tras merendar todos... fuimos al pub en el que nos juntaríamos. Empezó a venir gente, más gente, y más gente... en fin, más de 50 personas. Unos íbamos a ir a la Street Party (fiesta de la calle), otros a otras fiestas del programa, y otros directamente a un piso en el que nos juntaríamos más tarde todos para seguir la fiesta. Yo fuí a la Street Party, que todo sea dicho, era la opción más barata... Ahí fuímos, y yo fuí como mandan los cánones: con mi bota de vino llena. No se ni las fotos que me sacaron... ni las veces que respondí: "sí, soy de donde corren delante de los toros". O las que dije: "no, ahí no es donde tiramos tomates". En fin...

La fiesta, amenizada con música entre ella "Red Hot Chilli Pippers". Que aunque al principo parezca, no son los "Red Hot Chilli peppers". Los segundos son el conocido grupo de rock, las primeros es un grupo BUENÍSIMO de Gaiteros (instrumento típico de Escocia), con el que todo el mundo dió botes como loco!!! Así que lo pasé en grande. Y como toda fiesta que se precie, hubo fuegos artificiales: buenísimos, desde diferentes sitios: desde el Castillo, desde la Acrópolis,... Y la fiesta siguió hasta la 1 de la mañana (si, a la 1 se acababa toda la fiesta de la calle). A esta hora, me fui a dar una vuelta antes de ir al a fiesta del piso... buscando ambiente, pero lo único que había eran borrachos por todos los lados. Sí, gente borrachísima a la 1 de la mañana. No se si me voy a adaptar a todas las costumbres británicas. Entre las cosas que aprendí esa noche, es que aunque Escocia es en general más caro que en Pamplona, me dijeron que mear en la calle es más barato: 40 libras británicas contra 300 euros en Pamplona. (no hago apología de ello, eh!).

Llegué a la fiesta del piso... y me encuentro en la calle varios conocidos que se iban a un pub, decían que había tanta gente que no dejaban entrar a más gente. Pero bueno, como yo iba solo, probé suerte y entré al piso de 60 metros cuadrados en el que habría unas 80 personas!!!!! Y entré al piso, sí, pero moverse... era más complicado. Pero bueno, ahí estuve conociendo todavía más gente de muchísimas partes del planeta; y como no, siendo una fiesta había españoles: un madrileño, una granadina y un asturiano que era la leche. La verdad que muy buen tipo, que lleva acá 2 meses y con el que mi amigo Brad y yo nos lo pasamos bastante bien cuando hablamos con él.

Fueron pasando las horas... y llegó el desayuno, en casa nuevamente de la chica Nueva Zelandesa. Para desayunar: Porridge (o algo así). No es que es exactamente... Y eran las 8 de la mañana. Pero no podíamos dormir. ¿Por qué? Porque íbamos a ir al Loony Dook.

LOONY DOOK

Ahí estábamos en un pub, en un pueblito cercano a Edimburgo. Era el día 1 de enero. 11 de la mañana. Lloviendo, con niebla, frío... y rodeados de gente disfrazada y con poca ropa. La razón era que se celebraba el Loony Dock (http://www.theloonydook.co.uk/). Una tradición empezada hace 22 años por un par de amigos en el pub en cuestión. La cosa empezó con lo típico: "A que no te bañas en el río el 1 de enero..... Qué te juegas..... Si lo haces yo lo hago.....". En fin. Ahí estábamos más de 600 valientes preparados para meternos al agua, y más de 3000 personas esperando para comprobarlo. Una fiesta, y para mí el comienzo real de la fiesta, ya que esto de no comer 12 uvas, no te hace sentir realmente el cambio de año (y como fiestas como en España hay pocas... pues eso). Pero esto de bañarnos en el río fue realmente buenísimo. Os recomiendo ver las fotos en la web que puse antes.

Y nada, dieron las 4 de la tarde... hora de ir a casa. A comer, descansar y a dormir. Pero cuando me lo estaba planteando, me llamó mi amigo Brad para tomar la última cerveza, ya que él partiría hacia Glasgow la mañana siguiente.

Dormí a las 12 de la noche. Hoy, a las 13.10 (del mediodía), me he levantado, por fin como nuevo. Y mañana... me voy 4 días al monte a subir la montaña más alta de Gran Bretaña.

Feliz año a todos

JAPI NIU YIAR!!!! jajajaja

P.D.: antes de que nadie me lo pregunte... debajo del Kilt los escoceses no llevan nada, pero es de mala educación comprobarlo, porque significa que pones en duda su "escocesidad".