Salimos de Valle Grande en bus hacia Cochabamba, y además, en bus nocturno, lo cual no es lo más recomendable por varias razones, entre ellas que conducen como locos y que las rutas están llenas de animales (por no hablar de que las 12 horas de camino eran con el mismo chofer, o el estado de buses y carreteras, o... o...). Obviamente, pasó lo que tenía que pasar, que nos "comimos" una vaca y rompió todo el parabrisas del bus. Por lo menos con el frío que entraba ya nos asegurábamos que el chofer no se dormiría. Llegamos a Cochabamba sin mucho retraso, y de ahí otro bus a La Paz, para casi con la línea del culo borrada de tantas horas, llegar a la ciudad boliviana, situada a 3800 msnm.
La primera impresión es de caos... pero luego, te das cuenta que uno disfruta de ese caos. Los mercados y puestos callejeros en los que puedes encontrar de todo.... pero sin embargo tampoco visitamos mucho la ciudad, porque estaba abarrotada de gente. ¿¿La razón?? Era la Ascensión de Evo Morales como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Así que era feriado y los museos y demás lugares estaban cerrados. Pero había algo más grande, la celebración de Evo. Gente venida de todas las partes del país, con sus trajes tradicionales y todo su folclore, su música y demás... fue una fiesta increíble por eso y por todo lo que significaba de la victoria indígena sobre el invasor, algo de lo que sentirse orgulloso, que además a pesar de todas las críticas internas y externas había conseguido ganar las elecciones todavía con más votos que la primera vez.
Sin mucho hacer en La Paz (podría comentar que vimos una película boliviana muy dura llamada "El Cementerio de los Elefantes"), seguimos camino rumbo hacia el lago Titicaca, uno de los lagos navegables más altos del mundo, y del cual me enteré que sus aguas no son vertidas a ningún oceano, sino a otro lago en el cual se van evaporando. Así llegamos a Copacabana, ciudad supermegaturística, en la que los locales dejaron la azada y los animales para vender tiendas de turismo para ofrecerte viajes, tours, alojamiento, o lo que quieras.Además, es interesante, porque la virgen de Copacabana, es muy importante para los bolivianos, y se dedican a bendecir los coches cuando los compran, poniéndoles flores,tirando cerveza o champán encima, por el motor... muy curioso. Y pronto era la fiesta de la Candelaria, pero era retrasarnos mucho, así que habrá que volver otro año.
El tiempo amenazaba lluvia, pero yo decidí ir a visitar la Isla del Sol; razón por la cual me separé de nuevo de mis compañeros de viaje. Y ahí me interné en el lagoTiticaca. LLegué...y subí la durísima Escalera del Inca de la parte sur, para entre la altura sobre el nivel del mar, y la altura que subís con tantos escalones, llegar casi extenuado arriba. Pero bueno, con la mochila a cuestas visité la parte sur de la isla para luego seguir rumbo al norte,dándome cuenta de que todo es un auténtico negocio. Sin poner un pie en la parte sur de la isla, ya te están pidiendo 5 pesos, para ver... unas piedras. Luego caminás para atravesar la isla, y tenés que pasar un "peaje" de 10 pesos, solo por pasar, porque en realidad no hay nada. Ya era de noche y acampé, pero a la mañana siguiente, cuando entré a la parte norte, otra vez a pagar 10 pesos; aunque por lo menos en el norte había cosas interesantes como la mesa de sacrificios, la cara del Dios Viracocha, ruinas... agarré el primer barco que pude y volví a Copacabana, eso sí, con paradita en unas islas flotantes todavía más turísticas y copia "a lo malo" de las Islas de los Uros de Puno. Decidí viajar rápidamente hacia Puno, ya en Perú.
No pensaba ni parar en Puno, y había comprado mi pasaje para viajar durante la noche a Cuzco, rumbo a Machu Pichu donde sabía que andaba el resto de mi grupo. Faltaban 20 minutos para subir, cuando me encuentro con mi compañero marplantese Juan (con el que llevaba viajando desde el 10 de enero) y me dice que recién volvía de Cuzco, que ni pensara en ir para allá porque está venga llover, todo cerrado, ... en fin, todas las noticias que todo el mundo sabía pero que yo viajando ni enterarme. Obviamente, en las taquillas de los autobuses, no te advierten que esa es la situación (dinero ser dinero).
Así la situación, Juan y yo, nuevamente juntos nos quedamos en Puno celebrando el reencuentro con Pisco Sour. Al día siguiente,visitamos las interesantes islas de los Uros. Gente que hasta hace poco vivía sin mezclarse siquiera con Aymarás, y que viven en islas flotantes echas con totora (lo que vendrían a ser juncos). Los visitamos, y nos explicaron como hacen las islas, como viven, como se organizan, como juegan al fútbol sobre una isla flotante (flipaaaa), ... muy interesante.
De ahí, nos fuimos hacia Arequipa, la ciudad blanca, para casi sin parar seguir al Cañón del Colca, uno de los más profundos del mundo con paredes de más de 1000 metros. Dicen que abundan los cóndores, pero no pudimos verlos... :(. Eso sí, bajamos hasta abajo del cañón,donde hay un oasis, todo verde, con casitas para alojarse y cascadas y piletas para bañarse... lindoooooo. Pero lo que no fue tan lindo, fue subir al día siguiente todo ese desnivel, pero lo hicimos. Para celebrarlo... cerveza para beber, y alpaca para comer.
Volvimos a Arequipa, donde además de ver que en la Catedral regalan agua bendita, nos juntaríamos con Fer y Vir, pero el sábado fue imposible vernos, y acabamos saliendo Juan y yo solos. Perdiendo un poco la noción del mundo a base de Piscos con Sprite. Ya llevábamos tiempo diciendo que teníamos que echar una joda buena... y la echamos. Al día siguiente, nos juntamos con nuestros amigos, y de ahí, seguimos rumbo a Camaná, poblado en la costa.
Estuvimos dos noches en Camaná, donde no hay mucho que hacer excepto playa con agua CONGELADÍSIMA (gracias a la famosa corriente de Humboldt que hace que se vean pinguinos en las costas peruanas). Y de ahí seguimos rumbo a Lima.
El viaje a dedo... épico. Primero un tipo que nos llevó a mi y a otros dos chicos argentinos, y que en un momento dijo que nos quería cobrar,así que nos dejó en un pueblo. Menos mal que nos dejó en un pueblo,porque es TOOOOODO desierto. Paisaje hermoso, pero no quiero imaginar que tiene que ser recorrer esto en bici o caminando. Nos dejó en Chala, y de ahí conseguimos un camión muy cargado con más de 20 toneladas de piedras con oro de una mina, y que para hacer 60 kilómetros, demoró casi dos horas. Imaginaos!!! Lo que fue peor, fue la música que llevaba,del tipo folclórico Huayno. Era una cantante llamada Amapolita. Os recomiendo escuchar para que os culturicéis un poco, la verdad que tiene su toque esa música. Y bueno, nos dejó en LLauca, pueblo lleno de Olivos desde donde una pick-up nos llevó en la parte de atrás hasta Nazca.
A la mañana siguiente, salimos de Nazca,lugar famoso por sus lineas. Pero verlas en avión no es barato, así que desde un mirador vimos un par de esos dibujos que nadie sabe exactamente si era para los extraterrestres o qué onda. Ni volver a ponerme en la carretera, y un camión me llevó hasta Ica, donde iba a ir a visitar a la Laguna Huacachina.
Esta laguna Huacachina, es más bien un oasis, en medio de dunas en las que nos pusimos a hacer sandboard. Eso sí... acá no hay remonte, y hay que subir hasta arriba. Así que tras un rato "escalando",llegamos arriba, disfrutando de un lindo atardecer sobre las dunas, para luego, casi a oscuras lanzarnos a un descenso suicida. Estuvo bárbaro... pero no volvimos a subir. A la noche, partida de truco, pisco sours, una fiesta de cumpleaños...
Creo que siempre es importante conocer otras opiniones acerca de los viajes que pensamos realizar, por eso siempre estoy buscando novedades, por lo que este sitio me gusto mucho al igual que otro que ví de Royal Holiday, me parece.
ResponderEliminarMe parece un sitio excelente, tiene siempre buenos comentarios y muchos los he tomado en cuenta a la hora de pensar en un viaje, también he visto otro que que es: http://tiempocompartido.wordpress.com/
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