-------------------- El Viajero ----------------

Nacido en Pamplona, capital del viejo Reyno de Navarra. Con 25 años, para algunos muy tarde para algunos muy pronto... decidí varias cosas: Me encontraba inmerso en un estilo de vida que no me satisfacía plenamente, ya que daba igual que tuviera 25 años o que tuviera 50, iba a seguir haciendo lo mismo, y con lo mismo para contar cada día. Así, que empaque la mochila ... y partí un día 6 de octubre de 2005 hacia Buenos Aires, donde empecé algo... que no se cuando acabará. Mi objetivo principal es VIVIR, y a la vez, sentirme vivo. Viajar... una forma de vida. No consiste en llegar a un lugar, sino disfrutar de cada segundo del camino, cada lugar, cada persona, cada grano de tierra, cada atardecer como si fuera el último y el más lindo... Y en eso consiste mi viaje, no llegar a ninguna parte... vivir viajando; al fin y al cabo, VIVIR. Y desde aquel momento, me considero la persona más feliz del mundo, con una riqueza inmaterial que nadie me puede quitar y nadie puede comprar, que no depende de nadie. Como una vez leí, las cosas verdaderamente buenas de la vida, no son cosas ni tienen valor. Aprendo, vivo y disfruto; entonces ¿por qué parar de viajar?
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martes, noviembre 23, 2010

La ciudad del León... el león Lee!!

Cuentan que un día, un príncipe de Sumatra vió un león bebiendo agua a la orilla de una isla. Lo tomó por una señal de los dioses y creó la  "Ciudad del León", o sease, Singapur.

Me temo que mucho ha cambiado desde aquella pantanosa isla  que vió aquel príncipe, sobre todo cambió en el siglo XIX de la mano de Sir Thomas Raffles, un crack, que llegó en 1819 como enviado de los ingleses para hacer de Singapur un punto estratégico en el estrecho de Melaka... y vaya que si lo hizo. Diseñó la ciudad, creó puertos con libre comercio, ... y creo las bases de lo que hoy es Singapur. Incluso diseñó el actual mapa de la parte colonial de la ciudad. Luego ya seguiría la historia... llegarían los japoneses... otra vez los ingleses...luego la independencia...

Y para ese momento ya estaba el "Gran Lee", que es como el Gran Hermano de Singapur, el que todo controlaba, y que inventó la actual burbuja en la que vive Singapur. Bueno, su hijo sigue sus pasos y es el que actualmente controla todo, el Gran Hermano de Singapur de hoy en día. Una especie de dictadura encubierta bajo el nombre del único partido político que se puede votar. Pero las cosas ahora están bien, así que todos contentos (o no?)

A veces se compara Singapur con un estado policial... Bueno, no se ve mucha policía, pero sí cámaras, y se respira tranquilidad, seguridad. Uno se siente "cuidado", y de hecho cuando algo sucede la policía aparece rápidamente. Vas en el metro y ves diferentes carteles sobre prohibiciones: escupir, entrar con Durian (fruta muy olorosa, que huele como a mierda), o comer cualquier cosa... multa 500 dolares de Singapur (unos 350 euros con la tonteria, o sea que mear en la calle en europa es mas barato).

Y existe un gran control de todo, es cierto, incluso para el turista. No puedes entrar gran cantidad de chicles (la ley dice tal cual, gran cantidad) porque luego se ensucian los suelos; no puedes entrar tabaco sin abrir, ... y más tonterías que lo único que persiguen es que el que va a Singapur gaste dinero en Singapur, y que el habitante de Singapur... no gaste dinero fuera de Singapur.

Pero, ?cómo puede llegar a controlar que el habitante de Singapur no gaste mucho dinero en el exterior? Si vas a salir en coche a la vecina Malasia... el depósito del coche tiene que estar al menos en 3/4 de su capacidad, y lo controlan!!! O sea, que ni te plantees cruzar la frontera a comprar gasolina. Y sobre los casinos... los habitantes de Singapur tienen que pagar 100 dólares para entrar consiguiendo así que el que va al casino contribuya importantemente a las arcas nacionales antes de dejarse dinero en empresas norteamericanas (acutalmente hay 2 casinos).  Es decir, lo que se busca es que venga dinero de fuera, pero que el de Singapur no lo "regale" al de fuera.  Así, con éstas y otras medidas, la economía de Singapur es super potente. Llegó la famosa crisis... y el gobierno soltó unos 5000 millones de dólares singapureños para que no se notase en esta isla...y funcionó. Todavía le quedan unos estimados 170.000 millones en caso de que haya más necesidad. Mola, no?

Si, lo se, os aburro con estas nociones de economía pero es que Singapur es eso, economía y control. Se gana bien, pero todo es caro. Una lata de cerveza vale unos 5 euros, y hasta hace unos años no se podía ni comprar. O un piso como el de mi amigo Hernán cuesta un millón y medio de dólares americanos (te lo digo en números: 1.500.000 usd). Mola, no??  Pero claro, tambien vive al lado de la Orchard Road, una calle en la que como en la foto puedes ver en el mismo lugar tiendas de Cartier, Dior, Rolex, Dolce Gabanna e incluso Porsche, compartiendo un mismo centro comercial... de color oro, por supuesto!!!! (esto si que mola!!!)

Este amigo argentino, bromeaba diciendo que si Lee pudiera, crearía una auténtica burbuja alrededor de Singapur para protejerle de todo, y alejarle de todo. Sobre todo del calor... vas por la calle y constantemente notas aire frio de una tienda, calor al siguiente paso, frío helador de un centro comercial, calor más tarde... pero en general, el aire acondicionado lo utilizan a temperatura glaciar. Y esa burbuja que bromeaba, también la utilizan en cuanto al aspecto racial. Una persona del país, solo se puede casar con otra del país, o a lo sumo un anglosajón. El Gran Lee no permite que latinos o asiáticos nos mezclemos con gente de Singapur... por qué? habrá oido que somos tan vagos como dicen?? En fin, una pena, porque hay chicas realmente lindas...

Esa burbuja no impide que haya una variedad cultural super interesante. 
 
Caminar por Chinatown, en una ciudad en la que la gran mayoría desciende de chinos podría no resultar muy atractivo a priori, pero Chinatown siempre ofrece mercados callejeros llenos de vida, con sus lámparas rojas, sus puestos de cometas, con sus ancianos jugando a las damas y hasta su teatro con ópera china. 

O caminar por la pequeña india, tras la celebracion del Deepavali, o festival de la luz, con sus adornos y sus luces todavía adornando las calles, y sus tiendas de seda, joyas, electrónica... Para luego seguir a la zona árabe, con su mezquita del sultán y su antiguo palacio, donde se ven algunas shishas, y la gente toma te mientras comercia con telas... 

Y ese recorrido multicultural de Singapur, sigue en lo que era antes la zona colonial. Lindas casas y casonas, antiguos almacenes reconvertidos en cualquier cosa que pueda dar comercio, ... y todo esto junto a los grandes rascacielos de la zona comercial, que crean un perfil de la ciudad visto desde toda la isla. Y lo mejor de todo, que continuamente van edificando nuevos rascacielos, y derruyendo los que ya quedaron obsoletos para dar lugar a nuevos, mientras a su vez van quitando terreno al mar. Es una ciudad de contrastes.

Esos contrastes y esa multiculturalidad se refleja también en la gastronomía. Se puede comer cualquier cosa, de cualquier cultura... y eso unido a la afición por comer que parece tiene esta gente, significa que cada 3 o 4 cuadras hay un centro de comidas con muchísimos puestos de todo lo imaginable para comer rico y barato. Otra opción es irte a un restaurante caro... pero para qué??

Solo estuve 3 días, en los que pasé de la cerveza a 30 céntimos de euro, teniendo fiestas locas en piscinas, en un entorno con un cierto descontrol... De eso, pasé al aerpuerto, donde casi no me dejan embarcar porque no sabían que españoles no necesitan visa para Singapur, pasé a un lugar controlado casi al milimetro, donde todo está pensado, y bajo control, y con la cerveza a 5 euros, lo que supone un precio unas 15 veces más cara. Pero Singapur tiene algo, es lindo, tiene una belleza que te llega, y eso que en tres días no pude caminar por todos sus parques, ni visitar todas sus islas, ... pero me voy con un muy buen gusto de boca de la ciudad que dicen tiene el mejor aeropuerto del mundo. No lo se, también dicen que Singapur es barato para comprar cosas electrónicas... y yo no lo creo. En fin, cruzar el puente... y de nuevo en Malasia, rumbo al norte.

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