-------------------- El Viajero ----------------

Nacido en Pamplona, capital del viejo Reyno de Navarra. Con 25 años, para algunos muy tarde para algunos muy pronto... decidí varias cosas: Me encontraba inmerso en un estilo de vida que no me satisfacía plenamente, ya que daba igual que tuviera 25 años o que tuviera 50, iba a seguir haciendo lo mismo, y con lo mismo para contar cada día. Así, que empaque la mochila ... y partí un día 6 de octubre de 2005 hacia Buenos Aires, donde empecé algo... que no se cuando acabará. Mi objetivo principal es VIVIR, y a la vez, sentirme vivo. Viajar... una forma de vida. No consiste en llegar a un lugar, sino disfrutar de cada segundo del camino, cada lugar, cada persona, cada grano de tierra, cada atardecer como si fuera el último y el más lindo... Y en eso consiste mi viaje, no llegar a ninguna parte... vivir viajando; al fin y al cabo, VIVIR. Y desde aquel momento, me considero la persona más feliz del mundo, con una riqueza inmaterial que nadie me puede quitar y nadie puede comprar, que no depende de nadie. Como una vez leí, las cosas verdaderamente buenas de la vida, no son cosas ni tienen valor. Aprendo, vivo y disfruto; entonces ¿por qué parar de viajar?
jotikass@gmail.com

lunes, marzo 28, 2011

Hacia Sapa

Tras el intenso dia de la fiesta indigena, de la niebla, del accidente, del cerdo en moto, de los arrozales y los molinos de agua... llegamos a Dien Bien Phu, la ciudad en la que se produjo la batalla final para expulsar a los franceses de Vietnam hace ya algo mas de 50 a;os bajo el mando de Ho Chi Minh.  Asi que en la ciudad es facil ver memoriales, tumbas, y antiguos fuertes y bunkeres.

Como en toda guerra, muuuuuuuuuchas tumbas. Las de los franceses se suponen que quedaron enterradas bajo los arrozales, asi que tienen un memorial, y listo. Los vietnamitas, tienen una gran cantidad de tumbas, en las que cada dia se depositan inciensos, flores y un txupito de te (o sera de licor de arroz?). Un poquito sobrecogedor si que era...

Pero lo interesante en nuestra aventura fue que acabamos durmiendo un poquito antes de la ciudad, en un recodo de la antigua carretera, a la cual no se podia acceder en coche y con moto era complicado, asi que dormiriamos tranquilos. Bueno, eso pensabamos hasta que empezo una tormenta y recordamos que la carpa que tenemos no se banca mucho la lluvia... Para mi el problema no era tanto la lluvia como los rayos que comenzaron a caer. Por suerte, fue pasando rapido y ni nos callo un rayo (obvio) ni nos mojamos en exceso. 

Bromeamos comparando nuestra vida a la de Don Quijote, amaneciendo cada dia sin saber hacia donde iremors, que haremos, que nos pasara... en busca de aventuras... buscando Dulcineas y viendo molinos como los del dia anterior... Si, un poco de locura tambien tenemos, pero muchas veces nos consideramos no tan diferentes del famoso hidalgo.  Y asi comenzo un nuevo dia, de lo mas curioso ya que al rato de empezar a asomar el sol, oimos voces de dos chicas cerca de nuestra carpa, asi que Angel salio y se encontro con dos indigenas que ahi estaban, mirando nuestra carpa sin saber muy bien que era lo que veian, asi que cuando salio Angel... se empezaron a reir, sobre todo por ver que eramos extranjeros. Charloteamos lo que pudimos en vietnamita, y tras la tipica presentacion les pasamos a mostrar nuestro hogar. Seguro que nunca habian visto una carpa, y seguro tambien que jamas habian visto un blanco y menos hablado con el.

Es algo que nos va pasando dia a dia. Vamos los dos en las motos, y constantemente gente indigena principalmente se nos queda mirando con la boca abierta, totalmente sorprendidos de ver a un tipo de persona que solo han visto en la television. Estamos seguro que si ellos tuvieran camara de fotos, ellos serian los que nos sacarian fotos a nosotros ya que es gracioso ver sus caras de sorpresa. Igualmente, en vietnamita no se suele decir ni hola ni adios ni gracias, ya que se supone va implicito, pero a nosotros toooooodo el mundo nos tira un "hello" o algo parecido. Tanto Angel y yo, que hemos estado por Latinoamerica, vemos que diferente son los indigenas de uno y otro lugar, aunque muchas cosas son extraordinariamente iguales!!! y nos da la sensacion de que aca son mucho mas abiertos y receptivos con personas de fuera. Lo que nos fastidio, fue el idioma...  Pero este ejemplo que dos chicas, con sus trajes, camino a una pared super inclinada a trabajar la tierra, se paran, nos miran, nos hablan, nos sonrien, miran dentro de la carpa, bromean, si hubieramos querido sacarnos fotos con ellas seguro que sin problema, se despiden sonriendo, y todavia se despiden otra vez agitando la mano cuando arrancamos las motos... (para todo lo demas mastercard!!). impagable!!!

De Dien Bien Phu, comenzamos un camino hacia el norte, pasando por lo que debieron ser hermosisimos valles, con arrozales hermosos, terrazas, ... pero que poco a poco se van convirtiendo en meros recuerdos para los locales. Donde no hay una cantera que se ha comida mas de media monta;a, hay una construccion de presas, o las dos cosas... en fin, si alguien quiere ver verdaderos atentados ecologicos, este es el lugar.

Con ese nudo en la garganta que te provocan estos ataques a la madre tierra, nos quedamos estancados en un punto en el que el trafico estaba parado. Por todas esas obras que mencionamos estaban construyendo una nueva carretera (suponemos) y habia habido un derrumbe, asi que estaban sacando tierra, aunque mas o menos se podia cruzar. Tras una hora (nosotros) bajo el sol, vemos que el primer camion, ya pierde la paciencia (deberia llevar al menos un par de horas) se pone en medio de la carretera y obstruye el trafico a los camiones que sacaban la tierra, en plan de "o me dejais pasar ya o aca no pasa nadie". Arreglaron un poco la carretera y en 30 minutos pasamos. Menos mal, porque si no capaz todavia estamos alla...

Y acabamos comiendo en un pueblito en un peque;o restaurante. Era un poco tarde, pero la chica acepto a prepararnos el tipico pho (sopa de noodles-fideos con verduras y algo de carne -con suerte-). El lugar... curioso. El marido en una cama en la habitacion de al lado, con la puerta abierta durmiendo y roncando. Una amiga suya, tirada en la cama que esta al lado de la mesa en que nos sentamos y nosotros ahi. Por supuesto todas las mesas estaban llenas de platos y cubiertos. Para que van a recogerlos?? para que venga mas gente a comer y ganar mas dinero pero trabajando mas?? noooooo. El tema es que mientras comiamos, la amiga se fue, el marido seguia durmiendo, y la otra chica (nuestra cocinera) se puso a amamantar al hijo ahi en la cama, para acabar los dos quedandose dormidos ahi a un metro nuestra. Asi que Angel y yo, en esta situacion curiosa, acabamos de dormir, dejamos el dinero (che, que pensaban!!!) y nos fuimos.  Es el estilo vietnamita, tumbarse, y esperar que el dinero caiga del cielo!!! y cae!!!

Seguimos ruta y llegamos a Lai Chau, un antiguo pueblo que se llamaba diferente, pero que al construir una gran presa que habiamos pasado durante el dia, la capital se habia trasladado aca, cambiandole el nombre. La entrada es una gran avenida, con 4 carriles en cada direccion, mas dos carriles para motos en cada direccion. O sease, en total 10 carriles... por los que ibamos nosotros solos. Es al estilo vietnamita. El tema es que muchos solares, edificios a medias, la mayoria de ellos gubernamentales, y apenas coches. Acabamos acampando en uno de esos solares donde la niebla nos ofrecio un lindo paisaje de todavia mas ciudad fantasma. Desayunamos leche... a precio europeo, pero a veces el cuerpo pide cosas y seguimos ruta.

Nuestro destino era Sapa, destino suuuuper turistico del norte de Vietnam, famoso por sus poblados indigenas, sus trekkings por ahi, sus arrozales de vertigo y por estar a 1700 metros de altura. Esto era lo que mas nos preocupaba ya que significaba que haria frio... lo demas, no ibamos muy interesados ya que al ser tan turistico habria que pagar por todo, seguro, y no nos aportaria muchas mas cosas de las que hemos disfrutado por nuestra cuenta.

El tema, que tras estar en el mercado de Lai Chau, rodeadisimos de indigenas de diferentes etnias (Hmong negros, Hmong azules, Dzao rojos, ...) y yo sin camara porque no tenia bateria pero dandole el aguante a Angel y sus dos mil fotos en 40 minutos, comenzo una gran ascension. Eran 35 kilometros hasta Sapa, pero 20 de subida del 10%. Nos detuvimos varias veces a dejar enfriar las motos, pero creo que fue demasiado para mi moto, y desde entonces el motor no suena igual. Lo importante, llegamos a Sapa y nos duchamos con agua caliente. 



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